El bocado extranjero
El sector de alimentación cede terreno continuamente al capital foráneo
El continuo goteo de compras por parte de las multinacionales y la concentración entre empresas españolas marcan la evolución de la última década del sector alimentario en España. El mercado español facturó por valor de 6,6 billones de pesetas durante 1995, con un retroceso del 2,3% en pesetas constantes (descontada la inflación) sobre el año anterior. "El sector está maduro, la competencia es muy alta y la lucha de precios es feroz", ha señalado Jorge Jordana de Pozas, secretario general de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), que aglutina a unas 8.000 empresas y suponen el 90% de las ventas.Desde que en 1986, la multinacional Unilever pagara 9.000 millones de pesetas por el control de Industrias Revilla, se ha producido un rosario de operaciones en sectores como aceite, cervezas, helados, galletas, leche, dulces o semillas, que han hecho decir a Jorge Jordana que "el mercado único ya existe en el sector". Por ahora, se han salvado de esta fiebre grupos sólidos y en expansión tales como Nutrexpa, Leche Pascual, Pescanova, Campofrío y Borges.
Un tercio del sector aceitero está controlado por el grupo Koipe-Elosúa, nacido en 1994 y que quedó bajo el control de la firma italiana Ferruzzi, que participaba en ambas empresas. De hecho, la nueva sociedad es el primer grupo mundial de aceite de oliva con una facturación superior a los 110.000 millones de pesetas.
El sector cervecero ha sucumbido al control de capital exterior. La holandesa Heineken, compró El Águila en plena crisis de esta sociedad. Guinness desembolsó casi 90.000 millones de pesetas por asumir el 100% del capital de Cruzcampo, sociedad que mantiene una alta cuota del mercado español del sur. Danone, por su parte, acaba de tomar el 70% de San Miguel. Danone también participa en Mahou y Damm y en ambas sociedades tiene previsto ampliar su participación. El sector de helados, dónde existen unos tres mil heladeros artesanos, la tendencia es "a integrarse en los grandes grupos", según reconocen fuentes de la Asociación Española de Fabricantes de Helados. El mercado español se lo reparten la firma anglo-holandesa, Unilever, propietaria de Frigo, y la multinacional suiza Nestlé que cuenta con tres firmas: Camy, Miko y Avidesa. La Menorquina es el único grupo español que mantiene una posición firme. La norteamericana Häagens-Dazs ha comenzado su desembarco en el mercado español a través de franquicias.
En el sector lácteo también las multinacionales pisan fuerte. Sin duda, Nestlé se lleva la palma al vencer unos 80.000 millones pesetas de los 250.000 millones totales en productos lácteos. La principal ofensiva exterior la protagonizó la cooperativa francesa ULN, que entró en Larsa y en Ato-Celbasa. En leche líquida, el grupo nacional Pascual, sigue teniendo la mayor cuota de mercado con el 13%.
En semillas y si la Unión Europea no lo impide, Cereol (controlada por Ferruzzi) y Bunge controlarán más del 60% de la molturación de soja en España y algo más del 40% de la extracción del girasol. Gériéral Sucrière pugna por controlar Azucarera Española contra un grupo de cajas y el grupo vallisoletano Acor. En el mercado de los dulces se ha producido un fenómeno poco usual: el capital español ha recuperado el control de Bimbo y Panrico. Ambas empresas, adquiridas por Anheuser Busch y Allied-Domecq, respectivamente, han vuelto a manos española.
En el sector de zumo se acaba de producir la compra del 70% de Cofrutos, la empresa murciana, por parte de la firma sueca Halla Holding. Dentro del mercado español Nutrexpa ha comprado Ortiz por un global de 1.500 millones y la empresa leridana Safic ha adquirido la marca La Molinera, dedicada a la fabricación de zumos y mermeladas. Todo eso supone que el capital foráneo controla en la actualidad al menos el 40% de la distribución alimentaria en España.
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