UN PERRO POLíCIA EN LA NEVERA
Un perro policía, pastor alemán, adiestrado por los equipos que escoltan al rey Juan Carlos en Mallorca para descubrir material explosivo camuflado, transita este verano jadeante, con la lengua fuera, siempre intranquilo y en ocasiones cansado, después de husmear cientos de ruedas y maleteros de vehículos al sol del Club Náutico de Palma. Un empleado del restaurante del Club Náutico dice que con frecuencia el can rastrea en el interior de la gran cámara frigorífica del establecimiento para evitar que alguien cuele Goma 2 por langosta o merluza congelada. El perro sabio en olores conoce los efluvios íntimos, los engañosos de las cremas parasoles y bronceadores, pero lo que más agradece es aguarse fuera del portamaletas en que se refugia muchas horas entre ronda y ronda-
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