La guerrilla chechena pide una tregua mientras las tropas rusas arrecian el ataque a Grozni

Las tropas rusas atacaron con todos los medios a su disposición a los guerrilleros que desde hace cuatro días controlan la capital chechena, sin conseguir reconquistar Grozni. La ciudad, envuelta en el humo de los incendios y de los proyectiles que estallaban por doquier, vivió ayer los enfrentamientos más sangrientos desde enero de 1995, cuando las fuerzas federales capturaron el palacio presidencial. Las bajas son enormes y la mayoría de los edificios restaurados últimamente han sido destruidos. Los rebeldes han solicitado un alto el fuego ara permitir la evacuación de civiles.

Durante la primera mitad del día la iniciativa estuvo en manos de los guerrilleros, que conquistaron la Casa de Gobierno y bloquearon el edificio del Servicio Federal de Seguridad (SFS). En la Casa de Gobierno, que fue consumida por las llamas, los independentistas encontraron dos refugios en los que capturaron al secretario del Consejo de Seguridad de Chechenia, Ruslán Tsokáyev, y el presidente del Parlamento prorruso, Asmín Osináyev. Los soldados del SFS, sin embargo, lograron resistir hasta que en la tarde de ayer tres carros de combate se abrieron paso hasta ellos y obligaron a los guerrilleros a retirarse a entre 50 y 70 metros del edificio. Del centenar de militares que defendían la sede del SFS sólo un tercio quedaba con vida cuando llegaron los refuerzos. Otros grupos de asalto y de paracaidistas rusos consiguieron entrar en Grozni, pero no pudieron expulsar a los guerrilleros del centro de la ciudad.

Tres focos de batalla

Tres fueron los focos más sangrientos de enfrentamientos: Michúrina, suburbio este de Grozni, por donde avanzaban los blindados enviados desde la base militar rusa de Jankalá; Chernorechie, suburbio en el suroeste de la ciudad; y el camino que lleva al aeropuerto Séverni, en el norte. Al caer la tarde, los separatistas propusieron a las fuerzas federales una tregua para dar la oportunidad de evacuar a los civiles y a los 20 periodistas rusos que estos cuatro días han permanecido atrapados en el hotel que se encuentra en el complejo de edificios gubernamentales, pero anoche Moscú aún no había dado una respuesta positiva al ofrecimiento guerrillero.Doku Zavgáyev, el hombre que el Krerrilin ha puesto en Grozni, tuvo que regresar en la madrugada de ayer a Chechenia, a pesar de que había llegado a Moscú horas antes con los dirigentes de la delegación rusa en las interrumpidas conversaciones de paz. Según fuentes cercanas a la dirección rusa, fue Anatoli Chubáis, el nuevo jefe de la administración presidencial, quien exigió que Zavgáyev regresara inmediatamente a la república norcaucásica.

Según los militares rusos, Shamil Basáyev, el guerrillero que dirige el ataque contra Grozni, ya ha preparado las rutas para la retirada de los separatistas de la capital chechena hacia las aldeas de Stáriye y Nóviye Ataguí y de allí hacia sus bases del sur y sureste.

La primera medida tomada por Borís Yeltsin al comenzar su segundo mandato como presidente ha sido decretar hoy día de duelo nacional debido a los trágicos sucesos de Grozni. Reaccionando tardíamente a la crisis provocada por el inesperado asalto guerrillero a la capital chechena, Yeltsin expresó su condolencia a los familiares de los civiles y soldados que han perecido en los cuatro días de combates.

El líder ruso calificó de "terrorismo" las acciones de los independentistas y dijo que "no son sólo un asunto interno de Rusia, sino que constituyen un desafío directo a la comunidad mundial". "No permitiré el lenguaje del chantaje. Las incursiones terroristas serán aplastadas con decisión" subrayó el presidente Yeltsin, aunque dijo que continuaba pensando que no hay otro camino para solucionar el conflicto en Chechenia que las conversaciones de paz comenzadas en Moscú el 27 de mayo de este año".

No todos están de acuerdo con la interpretación que da Yeltsin de las acciones de los independentistas. El influyente presidente de Tatarstán, Mintimer Shairníyev, opina que los últimos acontecimientos son el resultado de la "doble política" que aplica el Kremlin en esa república norcaucásica. Yegor Gaidar, líder del partido Opción Democrática de Rusia y ex primer ministro ruso, declaró que la decisión tomada después de las elecciones presidenciales de apostar por la solución de fuerza conduce a un callejón sin salida y llamó a los miembros de la comisión gubernamental para Chechenia y a Zavgáyev a dimitir.