Un empresario halla en el garaje de su chalé una cabeza de perro, sin orejas y con un tiro
Un juez de Madrid investiga quién depositó en la puerta de acceso al garaje común a varios chalés del distrito de Chamartín una cabeza de perro cortada, sin orejas y con un disparo de bala en la frente del animal. Un empresario que habita en estos chalés -de lujo- se topó en la mañana del pasado 8 de junio, al ir a abrir el garaje, con el macabro hallazgo. Envolvió la cabeza del can en una bolsa de plástico y alertó a la policía, asegura.
El garaje de la urbanización es común para varios chalés. Sus moradores ignoran qué pretendía con tan espeluznante acción el autor -o autores- del hecho. La investigación, según fuentes cercanas al caso, está ahora en punto muerto. Sólo hay hipótesis.Una de ellas apunta a la posibilidad de que alguien esté intentando amedrentar a alguno de los inquilinos por una cuestión económica -deudas impagadas, venganza...-. La otra, apoyada por uno de los moradores de los chalés ("aunque la imaginación es libre", explica éste), apunta a que el desaprensivo puede ser alguien que vive por la zona y que está harto de los aullidos de perros que salen algunas noches del interior de estos chalés.
Suceso inédito
Es la primera vez que se produce una amenaza de este tipo en Madrid, según ha comentado la policía a uno de los moradores, que pide mantener su anonimato. Cortar la cabeza de un animal y hacerla llegar a alguien como aviso de un mal todavía mayor es una práctica utilizada por la Mafia italiana.El filme El Padrino recrea una vendetta de este tipo. En una de sus escenas, el clan Corleone ordena cortar la cabeza del caballo preferido de un director de cine para que aquél "no pudiese rechazar la propuesta" y diera el papel principal de la película a un miembro del clan en decandencia profesional. El extorsionado rompe en alaridos al levantar las sábanas, chorreando de sangre, y verse junto al miembro del animal.
En este caso -real-, "la cabeza estaba disecada", matiza un residente, de lo que deduce que el animal llevaba bastante tiempo muerto" y que, por tanto, no fue sacrificado a propósito de la amenaza.
En el barrio, en cambio, circula otra versión según la cual el perro había sido sacrificado sólo unos días antes de ser depositada su cabeza, todavía con sangre, a la puerta del garaje.
El juez ha ordenado que se practique una radiografía al cráneo del animal para averiguar lo concerniente al disparo que presenta en la frente, según las citadas fuentes.
El vecino que halló la cabeza del can segada de cuajo y sin orejas cree que, en este caso, la significación es distinta, y que no hay ninguna mafia o personas organizadas detrás del hecho.
"Mala vecindad"
Opina que, simplemente, se trata de una cuestión de mala vecindad. O lo que es igual, de "alguien que está enfadado" porque los perros interrumpen su sueño nocturno. "Ciertamente existe ruido en esta zona; hay perros que ladran por la noche y otros, de los chalés próximos, que contestan. Puede que haya alguien que intente advertirnos con este método de lo que puede ocurrir con nuestros perros si siguen ladrando".Abona también la tesis de una posible mala vecindad el hecho de que en los últimos meses se han producido "algunas discusiones" con personas de casas próximas que se quejaban de los ladridos de los perros, indica este residente. En la calle en la que están situados estos chalés hay "10 o 12 perros", afirma este inquilino. Y añade: "Se han dado casos de perros de esta zona que han desaparecido. No creo, pues, que se trate de una amenaza física a persona alguna".
Los vecinos, según este residente, no han tomado grandes precauciones frente a la siniestra señal. "Donde sí hay que tomar precauciones es en los parques", se lamenta. "Hay desaprensivos que echan veneno para matar a los perros, y lo peor y más grave es que también acuden niños".
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