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Calderón y el K-4 masculino de 1.000 metros acabaron quintos

, Dos quintos puestos, un sexto y un octavo fue el balance español en las seis primeras finales disputadas ayer en el lago Lanier, 90 kilómetros al noroeste de Atlanta. Fueron cinco masculinas de 1.000 metros, en las que hubo representación española en tres de ellas, y el K-4 femenino de 500. El nivel muy digno del piragüismo se mantuvo, pero los podios siguen quedando lejos.

Ayer no hubo posibilidad de acercarse al podio en ningún momento. Agustín Calderón, en el K-1, salió muy mal, con el penúltimo tiempo de los nueve finalistas hasta mitad de carrera, los 500 metros, y bastante hizo con recuperarse a partir de entonces ante los monstruos que tenía por delante. El quinto lugar fue ya magnífico, mientras en la cabeza, a más de cinco segundos el noruego Holmann se imponía al italiano Bonomi en su lucha particular por el oro, y el australiano Robinson al alemán Liwowski por el bronce.

El K-4 masculino sorprendió gratamente y estuvo mejor que el femenino. Pero Miguel García, Jovino González, Emilio Merchán y Gregorio Vicente no pudieron superar nunca el listón del quinto o sexto puesto y se quedaron con un digno quinto lugar viendo a Alemania ganar en el sprint final, seguida de Hungría, Rusia y Polonia.

Las chicas del K-4 500, Izaskuri, Beatriz, Ana María Peñas y Belén Sánchez perdieron la mejor oportunidad. Salieron también muy mal. Acabaron sextas. Alemania, la mas regular, ganó ante Suiza, Suecia, China y Canadá. El C-2 de Bea y Shelestenko, que tendrán hoy más opción en los 500 metros, finalizó octavo.

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