Sin teléfono
El pasado día 17 de julio falleció mi padre a las nueve de la noche. Siguiendo sus deseos empezamos las gestiones para enterrarle, en Narrillos de San Leonardo (Ávila). Para sorpresa y disgusto, todo el pueblo se encontraba sin teléfono. Fueron muchos los avatares que tuvimos que sufrir para localizar al párroco y poder darle, cuanto antes, sepultura. Este no fue el único problema que se agravó por la falta de la línea telefónica, ya que en ese día hubo un enfermo grave y un incendio que los vecinos debieron socorrer con sus propios medios. Quedo, pues, atónita al ver en los medios de comunicación las millonarias campañas de Telefónica, pretendiendo dar una imagen de empresa líder, cuando un pueblo de menos de 500 habitantes se queda sin línea más de 24 horas repetidas veces en el mismo mes. ¿Qué tendrá que suceder para que en este pueblo no tengamos que volver a sufrir este tipo de negligencias? Aprovecho para destacar el comportamiento excepcional de todos los vecinos de Narillos de San Leonardo, cuya ayuada ha sido inestimable.-
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