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Reportaje:

Cerrojazo a la terapia

Alcohólicos rehabilitados 'okupan' su local, del que están desalojados

La lentitud institucional les ha convertido en okupas. La Federación de Alcohólicos de la Comunidad de Madrid (Facoma) ha entrado a la fuer za en su sede de Ayala, 94 (Salamanca), donde desempeñan tareas de rehabilitación, después de que el martes los dueños del piso cambiaran la cerradura tras ganar una demanda de desalojo.En realidad, el mandamiento judicial iba contra la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, arrendataria de este local cedido a la federación hace una década. La consejería perdió la demanda de desahucio interpuesta por los dueños del inmueble y aceptó el abandono del local hace un mes. Pero son los miembros de Facoma, usuarios del piso, quienes se quedan en la calle.

Y aunque no tienen nada contra el casero y acatan la ley, han decidido encastillarse hasta que Sanidad les ofrezca una nueva sede para seguir con sus tareas, iniciadas en octubre: información a familiares y a alcohólicos, grupos de apoyo y autoayuda y actividades con jóvenes bebedores. Culpan al Ejecutivo autonómico de no haber buscado otro espacio desde que se conoció la sentencia y antes del cerrojazo.

El director general de Presupuestos y Patrimonio de la Comunidad, Juan Bravo, asegura que hoy mismo se ofrecerá a Facoma un local en Delicias, 65 (Arganzuela). "Si a la federación le parece bien, en unos veinte días podrían tener las llaves porque sólo falta una mano de pintura", asegura Bravo.

Horas antes se barajaba otro inmueble de Florestán Aguilar, 11 (Salamanca), que se descartó porque era necesaria una obra de cinco millones de pesetas, Tanto Patrimonio como Sanidad y Servicios Sociales reconocen la necesidad de ofrecer una alternativa a Facoma por su labor y explican la demora por "la lentitud de la Administración".

El presidente de Facoma, Juan Cañadas, tiene la sensación de que el nuevo Ejecutivo autónomo valora poco el trabajo de la federación. "Llevamos año y medio intentando, sin conseguirlo, que la consejera Rosa Posada nos reciba, y ahora, esto", explica. "En junio pasado, Patrimonio nos notificó que, por la demanda de desahucio sobre nuestra sede, la Comunidad había acordado abandonarla, pero en todo un mes no nos han ofrecido ninguna posibilidad", añade.

"Hace unos cinco días, una responsable de Sanidad nos habló del local de Florestán Aguilar, pero acto seguido lo desestimaron; después nos encontramos las cerraduras cambiadas con todos nuestros efectos dentro y decidimos entrar", apostilla.

"La federación tiene una subvención de 900.000 pesetas anuales de la Comunidad; con ese dinero es imposible pagar un alquiler y no hay que olvidar que nuestra tarea es complementaria a la institucional", concluye. Si hoy llegan a un acuerdo con el local de Delicias dejarán la okupación.

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