"Si los madrileños no fuéramos solidarios, la ciudad iría peor"
El timbre del teléfono se dispara. Al otro lado del auricular alguien anuncia la brutal colisión de dos automóviles. El aviso llega a su destino: los voluntarios del servicio municipal de ambulancias (Samur), que en apenas un par de minutos ya están en marcha. Entre ellos se encuentra Luis Miguel Marcón, madrileño en paro, de 30 años. El año pasado sumó 1.400 horas, entre horas de trabajo y largas horas de espera. Toda esta dedicación altruista hacia los madrileños ha sido reconocida por sus compañeros y superiores, que acaban de premiar su plena dedicación al Samur. Aunque él asegura que no lleva la cuenta de las horas que dedica a rescatar gente de entre los hierros o a atender cualquier imprevisto. Es un hombre de pocas palabras, pero generoso en hechos.Pregunta. Debe ser duro eso de ser voluntario del Samur.
Respuesta. No. No es muy duro. Sólo se necesita tener mucha sangre fría, porque ninguno de los voluntarios podemos ponernos nerviosos en los momentos claves. Si pierdes los nervios ante un accidente o cuando ves sangre, entonces apaga y vámonos. También es necesaria mucha psicología y tacto para hablar a los accidentados.
P. ¿Por qué se hizo usted voluntario?
R. Porque tenía mucho tiempo libre. Me apunté hace dos años. Ahora estoy en paro y es una manera interesante, y a la vez productiva, de pasar los ratos de ocio. Me gusta ayudar a la gente.
P. ¿Qué caso le ha llegado al alma?
R. Siempre se ven cosas muy desagradables, pero me impresionó muchísimo un niño, de 13 años, al que atendimos con una intoxicación etílica. Jamás me podía imaginar que los jóvenes abusaran tanto del alcohol.
P. ¿Son solidarios los jóvenes?
R. Hay a quien le gusta y hay a quien no. Pero cada vez hay más jóvenes que se apuntan, que se dedican a ayudar a los demás. Creo que si la juventud no se apunta a causas solidarias, ¿quién lo va a hacer? Si los madrileños no fuéramos solidarios, la ciudad iría mucho peor.
P. ¿Qué imprudencias suelen cometer los jóvenes?
R. Sobre todo con el alcohol. Mi consejo sería el de Stevie Wonder: si bebes no conduzcas. Yo añado: y si conduces hazlo con prudencia.
P. ¿Madrid es una ciudad segura?
R. En general, sí. Tiene sus riesgos, porque es una ciudad muy grande y con muchos habitantes. Con cinco millones de personas tiene que haber incidentes y accidentes. Una de las zonas más conflictivas es el centro, que es donde yo vivo. Allí es donde la gente acude a divertirse y, por tanto, es dónde se cometen más imprudencias alcohólicas, pero los accidentes no saben de estadísticas.
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