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La recalificación masiva de suelo, principal queja de la oposición

La ciudad queda en manos de los terratenientes y las constructoras gracias a la recalificación masiva de suelo. Ésa es la crítica unánime de los grupos municipales de oposición (PSOE e Izquierda Unida) al nuevo plan de urbanismo que el Ayuntamiento aprobará hoy. Los dos grupos lamentan, además, la falta de viviendas baratas. "Sólo las habrá si quieren los promotores privados", asegura el socialista José María de la Riva. Desde IU, Francisco Herrera calcula que la edificabilidad de 22 millones de metros cuadrados hasta ahora rústicos generará 200.000 millones de pesetas en plusvalías para el sector privado. Los dos grupos de oposición denuncian el "mínimo caso" que se ha hecho a sus alegaciones (unas 3.000 del PSOE y 823 de IU) y el retraso con que se les ha hecho llegar la documentación completa: la recibieron este martes.

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"El plan no resuelve ningún problema. Está hecho para desregular todo. El futuro de la ciudad queda en manos del mercado y de los grandes propietarios de suelo", sostiene el secretario general del grupo municipal socialista, José María de la Riva. "No se explica por qué se recalifica tanto terreno si el censo de la capital baja", añade.

Otro pecado capital, según los socialistas, es que "no se apuesta por la vivienda accesible". Además, se ahondarán las diferencias entre el norte y el sur de la ciudad. También protestan porque el Ayuntamiento del PP aplique la reducción del 15% al 10% de las cesiones del aprovechamiento (edificabilidad) que se genera en los solares, y que suele pagarse con suelo. Esta rebaja, decidida por el Gobierno de José María Aznar el pasado junio, no era obligatoria para los planeamientos ya iniciados, como el madrileño. De la Riva cree que provocará "la pérdida de 20.000 viviendas sociales".

"Un búnker de cemento"

El portavoz municipal de Izquierda Unida (IU), Francisco Herrera, comparte la crítica a la rebaja de cesiones. "Lo más negativo del nuevo plan de urbanismo es la recalificación de 22 millones de metros cuadrados de suelo rústico, en algunos casos de especial protección ecológica", añade. "Ese cambio supone transferir del sector público al privado 200.000 millones de pesetas de plusvalías latentes".Para IU, el plan no cumplirá uno de sus objetivos más señalados: la construcción de nuevas viviendas. "Es un bluff absoluto. Dicen que se van a levantar 307.000 pisos, pero los promotores privados edificarán cuando les interese". "Habrá una agresión medioambiental sin precedentes. Madrid se convertirá en un búnker de cemento", pronostica Herrera.

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