Niño de la Taurina, herido por el estoque
No parece tener mucha suerte Niño de la Taurina con los trastos de su oficio. Una banderilla le causó un grave percance en el ojo izquierdo hace algunos años y, ahora, el estoque le ha seccionado el tendón flexor del dedo meñique de la mano izquierda. Ocurrió el percance, después de entrar a matar al segundo toro de la tarde, que le levantó los pies del suelo, tras un pinchazo quedándose en la cara. En la caída, el diestro se apoyó en el estoque y sufrió la inoportuna herida que, naturalmente, le impidió continuar la lidia. Pepe Luis Martín despachó el toro de un bajonazo descarado, tras escuchar un intempestivo aviso que, más que a él, iba destinado al matador herido.A pesar de que un torero se fue a la enfermería, los toros de Valverde, no resultaron ser, ni mucho, menos, las fieras que algunos pregonar por ahí. Parecían, más bien, blanditos ejemplares de los laboratorios jerezanos. Mansearon en el caballo, corretearon en banderillas y llegaron a la muleta dejándose torear. Otra cosa es que ninguno de los espadas supo sacar provecho de tan favorables condiciones.
Valverde / Niño de la Taurina, Martín, Ortega
Toros de Valverde, de discreta presencia, flojos, mansos y manejables.Niño de la Taurina: pinchazo del que resulta cogido. Pasa a la enfermería. Pepe Luis Martín: avise, y silencio; aviso y silencio; vuelta con protestas; silencio. José Ortega, que tomó la alternativa: aviso y aplausos 3, protestas al saludar; aviso y aplausos y saludos. Enfermería: Niño de la Taurina fue asistido de herida incisa con sección del tendón del quinto dedo de la mano izquierda y contusión con hematoma en el muslo izquierdo, pronóstico reservado. Plaza de Las Ventas, 21 de julio. Un tercio de entrada.
Soltura y torería
Pepe Luis Martín, que mató cuatro toros, incluido el causante del desaguisado, fue el que anduvo con más soltura y torería. Al cuarto toro le sacó algunos derechazos suaves y templados, que se ovacionarion con fuerza.. No pudo hacer nada con elsexto, que acusó una invalidez acentuada por los destrozos que le causó el varilarguero y también demostró sus buenas maneras en el tercero, un bicho mortecino y mansurrón, que al final sacó peligro. Pero toro y torero no se entendieron.José Ortega ha tomado la alternativa con precipitación. No ha mandado ni templado en ningún muletazo y, claro está, terminó cogido, sin consecuencias, por el quinto del encierro.
Niño de la Taurina hizo una faena deshilvanada y despegada al toro que le cogió. Desgraciadamente, parece torear sin afición.
Babelia
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