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Hace sesenta años

IU acompaña a las viejas trincheras de la guerra a miembros del V Regimiento

Antonio Jiménez Barca

Julio San Isidro, de 80 años, agarró el micrófono, ayer, en la Dehesa de la Villa, delante de 40 de sus viejos camaradas del V Regimiento de Milicianos, a un paso de las trincheras del frente de la Ciudad Universitaria, 60 años justos después de que empezara la guerra: "Os podría decir ahora muchas cosas, pero otros las han contado; recuerdo que al principio de la guerra, mientras nos prometían tanques, blindamos un tractor. Le llamábamos El Cabezota, porque se nos volcaba siempre. El centro de gravedad estaba bien, pero, si se le cargaba de munición, se venía abajo. Los camaradas, cuando nos veían marchar al frente con El Cabezota, reían y gritaban 'ya están aquí nuestros tanques'. Pero, aunque se cayera, El Cabezota daba moral. Y eso, os lo aseguro, era importante". Callaron los viejos compañeros y recordaron.Juntos recorrieron el nuevo paisaje de la Dehesa de la Villa, desde donde aún se adivinan las trincheras. Antes, Francisco Herrera, portavoz en el Ayuntamiento de IU, organizadora del homenaje, había elogiado el valor de estos hombres y mujeres de este particular y famoso regimiento, creado en los primeros días de la guerra e integrado por voluntarios, unido posteriormente al ejército republicano. Ahí estuvo Julia Manzanal, de 80 años, esposa de Julio San Isidro y comisaria del V Regimiento, cuyos recuerdos publicará EL PAÍS el lunes. Un miliciano recordó lo de "no pasarán", lema que simbolizó la defensa de Madrid contra los fascistas: "No pasaron en realidad; bueno, pasaron porque tenían que pasar, porque tenían más de todo. Pero en el fondo nunca pasaron, y yo me entiendo".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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