El poder es de las chinas

La natación, reducto tradicional de los estadounidenses, ha sufrido una transformación de tal calibre que la primera jornada acabará previsiblemente sin ningún estadounidense con la medalla de oro.En la categoría femenina, el traspaso de poderes a las nadadoras chinas parece irremediable. Jingyi Le, plusmarquista mundial desde 1994, y Shan Ying están fuera del alcance de sus rivales en la prueba de 100 metros libres. La española Claudia Franco, cuyos resultados en la alta competición suelen se magníficos, puede tener un puesto en la final B.

Tampoco hay manera de pensar en una sorpresa en los 400 metros estilos. Las representantes chinas -Chen Yan y Wu Yanyan- están destinadas a ocupar los dos primeros lugares.

Las perspectivas también son lúgubres para los locales en las dos finales masculinas, 200 metros libres y 100 braza. En los 200 metros no hay favoritos declarados, pero los pronósticos señalan al australiano Michael Klim, a salvo de la tradicional sorpresa que siempre guarda el equipo ruso.

El belga Fred Deburghgraeve es favorito en los 100 braza, una prueba que se decidirá por centésimas entre los cinco primeros.