El 'castigo' a la televisión de Berlusconi bloquea la reforma constitucional en Italia
La decisión adoptada el miércoles por el Gobierno italiano de privar a Mediaset, el grupo televisivo del ex primer ministro Silvio Berlusconi, de una de sus tres cadenas tuvo ayer una inesperada repercusión. El derechista Polo de la Libertad, que dirige el magnate empresarial, rechazó aprobar la comisión para la reforma de la Constitución, pese a que Berlusconi y el líder de los poscomunistas, Massimo d'Alema, habían llegado a un acuerdo previo para la creación de una comisión bicameral que impulsara el cambio. El destino de Italia y el futuro de un grupo empresarial se enfrentan así, como si fueran magnitudes comparables, en un insólito toma y daca.
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