Chofo declara a la juez que Zabalza murió torturado por dos guardias civiles

Los ex guardias civiles Enrique Dorado Villalobos y Felipe Bayo Leal fueron quienes causaron la muerte a Mikel Zabalza, detenido por presunta vinculación con ETA, como consecuencia de las torturas a que le sometieron en el cuartel de Intxaurrondo (San Sebastián). Así lo declaró ayer el ex contrabandista Pedro Luis Miguéliz Dabadie, Chofo, que compareció ante la juez del caso, Arantza Aginaga.Miguéliz manifestó que su amigo el ex sargento Dorado le había confesado que éste y su compañero Bayo habían sometido a Zabalza al método de tortura de la bañera, que "se les había ido de las manos y que intentaron reanimarle y que no lo consiguieron", según Iñigo Iruin, abogado de la familia Zabalza.

Esta versión es radicalmente opuesta a la que en su día mantuvieron el Ministerio del Interior y la Guardia Civil, ya que en ninguna de las diligencias figuran los nombres de Dorado y Bayo como participantes en la detención y posterior traslado de la víctima hasta Endarlaza (Navarra). Ambos ex guardias civiles se hallan en prisión provisional por su presunta implicación en el secuestro y asesinato de los supuestos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala en 1983. ,

Mikel Zabalza, de 32 años, natural de Orbaiceta (Navarra), fue detenido el 26 de noviembre de 1985 por agentes de la Guardia Civil en San Sebastián por su presunta colaboración con ETA, acusación que nunca fue probada.

Hallazgo del cadáver

La versión oficial que se facilitó entonces es que Zabalza, esposado y custodiado por tres agentes, consiguió zafarse de éstos y lanzarse al Bidasoa cuando se encontraba en el interior de un túnel. El cadáver de Zabalza apareció veinte días más tarde flotando en el río. En las tareas de rastreo del cauce participaron buceadores de la Guardia Civil y de la Cruz Roja, entre los que se encontraba Pedro Luis Miguéliz, según manifestó ayer. Éste dijo que siempre tuvo la "convicción" de que el cuerpo de Zabalza no estuvo nunca en el río, motivo por el que él y sus compañeros de la Cruz Roja se sintieron "burlados".El abogado Íñigo Iruin, abogado de la familia Zabalza, considera que el testimonio de Pedro Luis Miguéliz es importante. Y lo justificó: "Nos estamos acercando poco a poco a la verdad de lo que ocurrió en la noche del 26 de noviembre de 1985". Aunque matizó: "Soy consciente de que el tramo que nos queda por recorrer tiene grandes dificultades".

La juez instructora Arantza Aginaga ha suspendido la inspección ocular del cuartel de Intxaurrondo prevista para hoy, debido a que el abogado de los guardias civiles ha presentado un recurso de reforma para que esta diligencia se realice bajo secreto sumarial.

La instrucción de este caso sufrirá un parón durante el verano, ya que un nuevo titular se hará cargo próximamente del juzgado número 1 de San Sebastián.