La UE estudia volver a embargar la gelatina británica

El comisario de Agricultura, Franz Fischler, admitió ayer que la Comisión Europea se verá obligada a embargar de nuevo la gelatina de vacuno británico si los científicos confirman que su tratamiento no garantiza la eliminación del agente transmisor de la encefalopatía espongiforme bovina (ESB). El Comité Científico Veterinario estudiará hoy el informe de los expertos que han puesto en cuestión los estudios en que se basó Bruselas para liberar la venta de gelatina.Fischler hizo estas manifestaciones en el Parlamento Europeo, donde tuvo que afrontar las agrias críticas de numerosos eurodiputados al conocerse que el Subgrupo responsable de la ESB en el seno del Comité Científico Veterinario (CCV) entregó el pasado 26 de junio a la Comisión un nuevo informe que considera "no válidos" los trabajos de este mismo comité en los que Bruselas basó su decisión de levantar el embargo sobre las gelatinas (ver EL PAÍS de ayer).

"Las decisiones adoptadas por la Comisión Europea en el pasado se basaron en los datos de que se disponía entonces. Ahora tenemos nueva información que difiere en algunos puntos y que habrá que analizar", declaró Fischler, quien reiteró que "el embargo sobre las gelatinas se mantendrá hasta que haya plenas garantías científicas". Aunque la decisión política de levantar la prohibición sobre esperma, gelatinas y sebos se tomó el 18 de junio, la liberalización práctica de gelatinas y sebos aún no se ha implantado porque las fábricas británicas deben acreditar antes que pueden producir con los requisitos que exige la orden de la Comisión.

El primer paso atrás en la moderación del embargo que impuso la UE a las exportaciones de vacuno británico el 25 de marzo podría producirse hoy, si el Comité Científico Veterinario avala las tesis defendidas por el subgrupo de la ESB. Hasta ahora, el comité siempre ha asumido los dictámenes de sus grupos especializados. Fischler aseguró ayer qué basará nuevas decisiones en el dictamen del Comité Científico Veterinario.

Falta de fiabilidad

La posibilidad de que se demuestre que los datos manejados por Bruselas para levantar parcialmente el embargo no son fiables provocó ayer un considerable revuelo en el Parlamento Europeo, que celebró un pleno sobre la crisis de las vacas locas. En él intervinieron el presidente de la Comisión, Jacques Santer, y el comisario Fischler. "La inmoralidad no es regla del juego del comercio y, en todo caso, la Comisión debe poner la salud de todos por encima del comercio", espetó el socialista español Juan Colino a Fischler. Todos los grupos criticaron a Bruselas por su gestión de la crisis.Santer rechazó las acusaciones de que Bruselas ha intentando tapar la incidencia de la enfermedad. Pese a sus palabras, el Europarlamento se disponía a votar ayer tarde una propuesta para crear una comisión de investigación. Ésta deberá esclarecer la responsabilidad del ejecutivo comunitario en un informe interno de octubre de 1990, cuando Jacques Delors era presidente de la Comisión. Ese informe proponía seguir una estrategia de desinformación para ocultar a la opinión pública la gravedad del problema. Santer lo redujo a la categoría de "una simple nota de un funcionario".

[El Ministerio de Sanidad francés reconoció ayer un nuevo fallecimiento, el cuarto, por la enfermedad de Creutzfeld-Jakob, informa France Presse.]