La mejor amiga

Patti SmithPatti Smith (voz y guitarra), Tom Verlaine (guitarra), Tony Sanahan (bajo), Michael Stipe (guitarra), Lenny Caye (guitarra), Jay Dee Daugherty (batería). La Riviera. Entradas: 3.500 pesetas.

Madrid, 15 de julio.

Para muchos, la visita de Patti Smith a España es un encuentro sentimental con quien en 1975 editó Horses, obra maestra de la historia del rock: Horses es el Quijote eléctrico, la revolución constante del espíritu, la poesía como el más enriquecedor lenguaje del rock. Ese mismo año los Sex Pistols, que no consiguieron atraer el interés del público español en su reciente y fallida visita a Madrid, tocaban por primera vez en Londres mientras aquí, por fin, Franco la palmaba y, también por fin, lo frívolo se elevaba a categoría de revolución condensada en una música disco que crecía a ritmo frenético. El mundo seguía con sus cotidianas convulsiones y contradicciones y el rock seguía siendo uno de los pocos lenguajes que el primer mundo se permitía para expresar las alegrías y los sinsabores de los burgueses de la tierra. A Horses le siguieron Radio Ethiophia, Easter, Wave y Dream of life, trabajos en los que el público pudo reconocer siempre la música convulsa y los desgarros emocionales con los que Patti Smith conseguía traspasar la barrera de lo meramente lúdico.

Ahora, con 49 años y tras ocho de silencio y de pérdidas (su marido, su mejor amigo, su hermano), vuelve a los escenarios concediendo a la prensa lo exclusivamente inevitable y al público un concierto en el que la incertidumbre del repertorio ha creado aún más expectación. El regreso con Gone again, su último trabajo, hace que Patti Smith vuelva a ser carne del mercado discográfico, pero en el refugio de la grabación del disco se ha hecho acompañar por algunos de los músicos que trabajaron con ella en Horses: John Cale, que fue el productor de aquella joya, acompaña en este trabajo con el órgano el tema Beneath the southern y Lenny Caye, además de coproducir Gone again, vuelve a tocar la guitarra lo mismo que Jay Dee Daugherty hace con la batería.

Pasiones

Patti Smith se trajo a todos sus amigos a la sala La Riviera, entre ellos a Tom Verlaine y Michael Stipe, e incluso su hijo se subió al escenario y se marco un tema de Deep Purple a la guitarra. El fantástico sonido y la inmejorable calidad de los músicos lograron el éxito del repaso por unas canciones y versiones que se entremezclaban entre sí, como When doves cry de Prince. Pocas, muy escasas veces, se puede ver disfrutar al público como lo ha hecho en este concierto, y las pasiones que levantó Patti hicieron de su actuación una noche esperada e inolvidable, que sirvió de espacio para su maravillosa presencia y su poderosa e hipnótica voz.No faltó Because the night, la canción que compuso con Bruce Springsteen, ni faltó Free money, ni In excelsis deo, así como una buena muestra de su nuevo trabajo, dedicado a la memoria de su marido, Fred Sonic Smith.

Lenny Caye y Patti Smith habían ofrecido antes una corta aunque entrañable rueda de prensa en la que derrocharon serenidad y simpatía. Pero no por ello olvidaron aludir a su compromiso con un mundo contaminado: el sida, el agua... "Algo entre Bob Dylan y Hole", respondió Patti sonriente ante la pregunta de qué tipo de música haría de tener ahora 20 años. Pero el arte tiene su nombre propio, y el suyo es Patti Smith.