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Chirac defiende la actuación de Juppé contra quienes piden su destitución

El presidente francés, Jacques Chirac, habló ayer de la reducción del tiempo de trabajo como medio eficaz para luchar contra el desempleo en una entrevista con la que intentó infundir confianza a los ciudadanos, desmoralizados por la situación política y económica que atraviesa Francia. Chirac dejó también claro que no relevará a su primer ministro, Alain Juppé, pese a las críticas que suscita su acción de Gobierno, que ha llevado a algunos sectores políticos y de opinión, entre ellos el diario Le Monde, a reclamar su destitución.Chirac habló en la tradicional entrevista televisada de cada 14 de julio, día de la fiesta nacional, que se conmemoró con un desfile militar en los Campos Elíseos al que asistió como invitado especial el presidente surafricano, Nelson Mandela, recibido en loor de multitud por parisienses y turistas, que le aclamaron mientras se dirigía a la tribuna.

La intervención de Chirac era esperada por si servía como tónico a un país desilusionado con un presidente en muy bajas cotas de popularidad a los 14 meses de su elección y con un primer ministro en quien sólo confía uno de cada tres franceses. Chirac defendió con vigor a Juppé. "Considero que lo ha hecho lo mejor posible y le estoy tanto más agradecido porque no le han faltado problemas ni dificultades", señaló un Chirac que descartó la idea de disolver la Asamblea Nacional.

Chirac habló exclusivamente de cuestiones nacionales y con respecto al paro dijo que "la reducción del tiempo de trabajo, adaptada a cada caso, es hoy un medio importante de lucha contra el desempleo". Tal requisito es necesario "no sólo para adaptarse a la evolución económica, sino para mejorar la competitividad de las empresas".

El presidente habló de la presión fiscal -que ha incrementado el Gobierno de Alain Juppé hasta lo que buena parte de los franceses considera un "nivel insoportable" para decir que un descenso de los impuestos es "probablemente lo que más esperan los franceses" y señalar que esos impuestos empezarán a bajar en 1997.

En materia judicial y a la vista de las recientes decisiones fiscales sobre los casos de Juppé y del alcalde de París, Jean Tiberi, denunciados por la prensa por haberse beneficiado ellos o sus allegados del parque inmobiliario municipal, aseguró que mientras ocupe sus funciones actuales la justicia será la misma para todos y mantendrá su independencia.

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