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Los británicos creyeron que Carlos iba a festejar con Camilla su divorcio de Diana

Los británicos que seguían ayer con morbosa atención el aparente anuncio de que el príncipe Carlos, de 47 años, preparaba para este fin de semana una gran fiesta en su casa de campo de Highgrove para celebrar su divorcio de Diana se quedaron con un palmo de narices. Por la tarde, se anunció la partida del heredero en viaje oficial a Extremo Oriente. Pero el simple hecho de que se creara la expectativa revela hasta qué punto la peripecia personal de los Gales se ha convertido en un culebrón en el que todo es posible.Periódicos y agencias de prensa dieron cuenta de que unas innominadas "fuentes reales" habían revelado que el motivo inicial de esta reunión de Carlos con un grupo de amigos íntimos, celebrar el 49º cumpleaños de su amiga y amante Camilla, ex Parker Bowles, se había tomado en un festejo por su recuperada libertad marital. A juzgar por la prensa popular, Camilla fue la primera persona que tuvo noticias directas del acuerdo alcanzado el viernes por la pareja de Gales. "Por fin soy libre", le dijo Carlos en una llamada telefónica, según informa el diario sensacionalista The Sun.

Su libertad tiene ya un precio fijo. La cifra total, que no se ha dado a conocer oficialmente, se estima entre los 15 y 17 millones de libras (entre 3.000 y 3.400 millones de pesetas). Además, el príncipe se compromete a pagar 400.000 libras al año (80 millones de pesetas) para cubrir los gastos de oficina de Diana, de 35 años, que pierde su título de alteza real para ser princesa de Gales, conforme a los términos del pacto de divorcio. El acuerdo económico supera con creces las 500.000 libras que recibió Sarah Ferguson al divorciarse, hace seis semanas, del duque de York.

No obstante, el heredero de la Corona deberá, endeudarse para cumplir su promesa. Su principal fuente de recursos es el ducado de Comualles, con terrenos agrícolas, comerciales y residenciales repartidos por el Reino Unido. Valorado en tomo a los 90 millones de libras (unos 18.000 millones de pesetas), es patrimonio de los futuros herederos de la Corona. El titular del ducado tan sólo tiene acceso a los beneficios, que el año pasado superaron los cinco millones de libras (mil millones de pesetas). Descontando los impuestos y los gastos oficiales, la renta del príncipe Carlos se limitó a 1,5 millones de libras (300 millones de pesetas). Se piensa que la reina le ha ofrecido ya su ayuda económica para poner fin al turbulento matrimonio.

Carlos salió ayer del país en viaje oficial hacia Extremo Oriente. Diana, por su parte, llevará a sus dos hijos, Guillermo y Enrique, de vacaciones. La prensa británica señalaba ayer que Sarah y sus dos pequeñas se apuntarán a las vacaciones estivales de la princesa. Francia parece ser el destino elegido por Diana para meditar sobre su próximo futuro. Porque en el acuerdo alcanzado con su marido y con la reina, la princesa se ha asegurado cierta libertad a la hora de decidir el papel que desempeñará en su nueva vida de divorciada.

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