Cámaras ocultas desvelan en reportajes de televisión los abusos del poder

El trabajo de los reporteros de televisión consiste en capturar imágenes. Hacerlo de la guerra en la ex Yugoslavia, en Chechenia, en Oriente Medio, en Somalia o en Liberia entraña riesgos. Aún es más peligroso meter las cámaras donde las autoridades lo prohiben, como en Birmania y China, cuyas imágenes de denuncia de los abusos del poder sólo han podido lograrse con cámaras ocultas. Es lo que hicieron, entre otros, John Pilger y David Munro. Su trabajo Birmania, país del miedo, ha ganado el premio internacional Actual con que TV-3 reconoce el periodismo de riesgo, al que también concurrieron seis trabajos españoles.

Pilger y Munro son dos reconocidos periodistas británicos, ganadores de un Emmy y autores de reportajes sobre los campos de la muerte camboyanos bajo el régimen de Pol Pot y otros trabajos de denuncia sobre Indonesia y Timor Oriental. Entraron con cámaras ocultas en Birmania y lograron testimonios valiosos. No sólo el de la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, en arresto domiciliario. Rodaron además escenas sobre las condiciones de trabajo -pura esclavitud- que sufre gran parte de la población empleada forzadamente en la reconstrucción del ferrocarril u otras infraestructuras que el país construye para atraer turistas.Pilger y Munro hacen periodismo de denuncia, combativo, que no trata de esconder su punto de vista. "Es evidente que este trabajo entraña serios riesgos", dice Joan Salvat, director de 30 minuts y 60 minuts de TV-3 y miembro del jurado. Pero añade: "No hay que olvidar, sin embargo, que el riesgo es mayor para los ciudadanos de un país en conflicto que han dado sus opiniones o facilitado el trabajo del periodista. Se exponen a ir a la cárcel o a cosas peores. Cualquier reportero serio debe calibrar bien las consecuencias que su trabajo puede tener para los demás y eso obliga siempre a imponerse unos límites. Una exclusiva no debe obtenerse a cualquier precio".

13 países a concurso

A los premios Actual, instituidos en 1990 en memoria de tres periodistas de TV-3 que murieron a causa de un accidente en Alemania mientras trabajaban, concurrieron este año 31 reportajes de 13 países. Seis son españoles y dos de ellos -El fascismo que viene, sobre los grupos neonazis y La huella de los criminales, sobre crímenes de guerra en Bosnia- han sido emitidos ya por Antena 3 y Canal +.Los reportajes realizados en países en guerra son los más arriesgados pero tampoco es fácil reflejar los efectos de la fuga radiactiva de Chernobil, la erupción del volcán Ruapehu, el tráfico de armas en los barrios bajos de Londres o la difícil ruta montañosa que siguen los camiones de transporte entre Paquistán y China. Este último, Los camiones del cielo, francés, ha sido emitido ya en España.

TV 3 ha comprado el programa ganador y otro más, Condenados, realizado por la RTV belga, que penetra en las interioridades de un proyecto faraónico en curso en China: la construcción de la mayor presa del mundo, cuyos trabajos han de durar 20 años y que obligarán a desplazarse de sus tierras a un millón de personas.