Yeltsin aprueba la reforma del Consejo de Seguridad de Rusia propuesta por Lébed
El presidente Borís Yeltsin aprobó ayer en líneas generales la concepción de reforma del Consejo de Seguridad de Rusia que le presentó el nuevo secretario de este influyente organismo, Alexandr Lébed. Yeltsin -que no aparece en actos públicos desde el 26 de junio y a quien desde entonces sólo se le ha visto por televisión-, dijo a Lébed que podía preparar el texto del decreto para su firma. -El carismático general tiene ambiciosos planes para el Consejo de Seguridad, al que desea dotar de las funciones ejecutivas que ahora no tiene. Lébed considera que la seguridad nacional abarca también esferas como la ecología, la cultura, la producción de alimentos y, por supuesto, la criminalidad y la corrupción.
Además de entrevistarse con el presidente, Lébed se reunió ayer, por primera vez tras su entrada en el entorno del Kremlin, y a puerta cerrada, con el primer ministro, Víktor Chernomirdin. Ambos personajes han realizado solapados ataques verbales uno contra otro en recientes ocasiones, y los observadores creen que su choque abierto es inminente. Lébed y Chernomirdin son dos claros candidatos a las próximas elecciones presidenciales -que debido a la salud de Yeltsin algunos piensan que tendrán que celebrarse antes de que, expire su nuevo mandato de cuatro años- y, como tales, también son rivales.
Aunque sólo se ha dicho que ambos políticos discutieron la situación en Chechenia, es indudadable que uno de los temas fue la composición del nuevo Gobierno. De acuerdo con la ley rusa, a Chernomirdin se le subordinan todos los ministros a excepción de los titulares de los ministerios de fuerza -Defensa, Interior, servicios federales de Seguridad, Espionaje y Guardafronteras-, que dependen directamente del presidente. Lébed, como asesor de Seguridad de Yeltsin, amén de secretario del Consejo de Seguridad sostiene que los candidatos a estos puestos deben contar con su visto bueno.
En Chechenia, mientras tanto, la situación es tensa y confusa. La confusión viene de la supuesta destitución del comandante de las fuerzas federales en la república norcaucásica, Viacheslav Tijomírov. Éste, para demostrar que continuaba al mando, lanzó un ultimátum a los rebeldes chechenos: dejar en libertad antes de las seis de la tarde de hoy a todos los soldados y representantes del Gobierno prorruso de Grozni que tienen en su poder.
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