"Tiene que haber un Estado que vigile los mercados"
Si a Enrique Iglesias, uruguayo nacido en Asturias, se le pregunta por el problema más acuciante de América Latina empieza a pasar, una a una, las cuentas de un rosario de obstáculos en la región: la falta de ahorro, de infraestructuras, la crisis de los sistemas financieros y la pobreza. Sobre todo la pobreza. Sin embargo, destaca también el esfuerzo de los ajustes, su mayor integración y un futuro en el que España puede tener una importante participación.Pregunta. España se ha situado a la cabeza de los inversores en América Latina. ¿Cree que mantendrá el liderazgo?
Respuesta. En realidad España llega a la inversión en América Latina tarde, pero llega con mucho vigor, especialmente en los últimos años de la mano de la banca, que es algo que faltaba, porque de alguna manera la banca precede al resto de la inversión. Además, las grandes privatizaciones han dado a las empresas españolas una oportunidad muy especial de invertir en servicios públicos. Yo creo que hacia el futuro, España podrá participar en grandes oportunidades. -
P. ¿Está pensando en las infraestructuras?. Porque parece uno de los objetivos centrales del banco.
R. Una de las oportunidades es la gran infraestructura. América Latina tiene que invertir en los próximos años algo así como 60.000 millones de dólares por año en carreteras, ferrocarril, puertos, aeropuertos, energía eléctrica, agua y saneamiento. Ahí hay una aventura importante en la que España podrá participar. Por eso estamos intentando crear un centro, básicamente de iniciativa privada, pero que cuenta con el apoyo de las instituciones de América Latina como una forma para apoyar esas oportunidades
P. ¿Invertirá también el BID en esos proyectos?
R. Mucho. Uno de los grandes obstáculos que tiene América Latina hoy es la gran carencia en inversiones básicas. Por eso hemos abierto una modalidad de trabajo con la que queremos, más que poner dinero, atraer mediante una pequeña participación nuestra, no más del 25%, grandes capitales privados que se agrupan y se deciden a asumir riesgos porque el banco es un buen socio.
P. ¿Se ha recuperado el flujo de capital a la región tras la crisis financiera mexicana?
R. El capital para hacer país, el que es a largo plazo, nunca sufrió la crisis mexicana y el que es a corto plazo ya ha vuelto. Ahora bien, nuestra impresión es que América Latina es una zona de atracción de capitales a la que seguirá llegando el dinero a corto plazo, y los países tienen que aprender que no se puede confiar en ellos como una fuente segura, que hay que tener cuidado. Los capitales a corto son recursos importantes pero peligrosos en cuanto a su consistencia. Lo que realmente hace seguro un país es el ahorro interno, y tenemos un déficit importante del mismo. Venimos ahorrando un promedio del 18% del producto interior bruto frente al 33% de los asiáticos. Aunque Chile, que es el ejemplo más brillante de desarrollo de los. últimos años, ya tiene un 28%.
P. Usted pone a Chile como ejemplo de desarrollo, y hay quien también lo cita como ejemplo de Estado de bienestar por su sistema de pensiones, adoptado también por algún otro país del área. ¿Cree que ése será el modelo que adopte la mayor parte de América Latina o irá hacia el modelo europeo?
R. El modelo hacia el que se orienta América Latina se acerca al europeo. Hay una convicción de que el mercado debe funcionar, y que es el gran estímulo para producir, pero también la convicción de que tiene que haber un Estado que vigile el funcionamiento de esos mercados y que se responsabilice básicamente del problema social. Por ahí va el desarrollo en América Latina.
P. ¿Los problemas de los sistemas financieros de algunos países como Brasil, o en menor medida Argentina, no introducen dosis importantes de inestabilidad que retraen la inversión?
R. El tema de los problemas en la banca ha sido un fenómeno que se ha visto en muchos países de la región, y tiene varias-causas: Por una parte, el pasar de economías de inflación a economías de estabilidad; en segundo lugar muchas de las políticas macroeconómicas inciden sobre la actividad bancaria en la medida, por ejemplo, en cómo se manejan los tipos de interés, y en tercer lugar es el sector que se ha reformado menos en América Latina. Pero hay países que han empezado a resolver los problemas y ya tienen un sistema sólido.
P. ¿Cree que se puede ampliar a más países el acuerdo reciente entre Chile y el Mercosur?
R. Uno de los proyectos más audaces de la región ha sido la puesta en marcha del Mercosur y no debe parar aquí. Venezuela seguramente tendrá que estar y vendrán otros países.
P. ¿Cree posible que haya una zona de libre comercio en toda América hacia el 2005 como se proyecta?
R. Bueno, la opción hemisférica no es sustitutiva sino complementaria de la regional. Y, además, hay una opción mundial. Y estamos trabajando en los tres niveles.
P. Pero la crisis mexicana, que tanto afectó al dólar, ¿no ha enfriado la relación de Estados Unidos con los países del área?
R. No lo creo. Creo que desde 1990 hasta ahora Estados Unidos ha redescubierto América Latina como un potencial económico porque ha empezado a apreciar que hoy somos su tercer cliente. De cada dólar que gasta América Latina 45 centavos son por importaciones de Estados Unidos. Espero que la integración regional sirva para avanzar una negociación sólida con Estados Unidos que, por primera vez, reconoce al Mercosur como unidad negociadora.
P. ¿Qué le preocupa más de la región?
R. Primero, continuar con el sistema de reformas en las que trabajamos desde hace años para profundizar en la estabilidad, con el objetivo central de que los mercados funcionen adecuadamente para generar ahorros que nos per mitan un desarrollo autosuficiente. Segundo, y vinculado a lo ante rior, me preocupa el gran desafio social. La pobreza sigue siendo inaceptable desde el punto de vista ético, político y económico. Den tro de ello hay que atender de forma prioritaria a la educación. Y, por último, hay que atender la modernización de las instituciones, entre las que sitúo la del Estado como tema central. Ésos son los grandes desafíos.
P. Los planes de ajuste han provocado también pobreza.
R. Éste es un viejo debate y no fácil. Es cierto que esos planes, sobre todo al principio, causan problemas serios inevitables. El tema es ¿qué hubiera pasado sin esos programas? ¿cuál habría sido el coste de los desajustes? Además, los desajustes no dan oportunidades de encontrar soluciones y los programas de ajuste sí.
P. ¿Cómo se ve desde el banco el problema cubano?
R. Cuba no es miembro del banco. Por supuesto nos gustaría verla insertada en la comunidad atinoamericana.
P. ¿Qué opina de la ley Helms-Burton?
R. Hay un rechazo unánime en América Latina a la misma y fuerte preocupación por las implicaciones internacionales que pueda tener. Creo que se ha generado un tema muy conflictivo en el mundo y va a ser fuente de conflictos internacionales muy serios.
P. ¿Tendría que intervenir la Organización Mundial de Comercio?
R. Creo que muchos países recurrirán a ella.
P. ¿Cambiará la situación tras las elecciones en Estados Unidos?
R. Es muy difícil avanzar lo que va a pasar. Por lo que percibo, el tema está generando unas reaciones muy complejas, así que seguro que va a estar encima de las esas de las partes involucradas, incluido Estados Unidos.
P. El banco celebrará en 1997 su asamblea anual en Barcelona. Qué van a tratar?
R. Aparte de los temas propios e la asamblea, trataremos la financiación de las ciudades y la modernización de la banca privada. Además, se abrirá un seminario sobre las relaciones de la Unión Europea y América Latina y se abordará el tema de los mercados de capitales.
P. ¿Preocupa en América Latina la puesta en marcha de la moneda única europea?
R. No estamos todavía sensibilizados a las implicaciones que pueda tener. Aunque hay que empezar a pensarlo.
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