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Boyer apoya las medidas del Gobierno e insiste en que "es mejor retrasar la entrada en el euro que hacerlo mal"

Mejor tarde y bien preparados que pronto y mal. Éste fue el mensaje que Miguel Boyer, ministro de Economía con el primer Gobierno socialista y defensor de la política económica del PP, lanzó ayer a los empresarios al hablar sobre la conveniencia de que España se incorpore a la moneda única europea. "Más que quedarnos atrás, me preocupa que nos incorporemos sin una, convergencia suficiente y estable por un deseo político o por intereses económicos de Alemania o Francia", que quieren que el euro cuente con un amplio número de participantes, "para embridar cuanto antes los tipos de cambio".Boyer, que ya dio este mensaje en las vísperas de las pasadas elecciones, opina que los criterios de convergencia fijados en Maastricht no reflejan bien los requisitos que son necesarios para una unión monetaria, que en realidad considera una unión con el marco alemán "aunque luego se le llame euro". Las condiciones de deuda y déficit, según Boyer, aun siendo importantes, no tienen que ver con la unión monetaria y sin embargo, se quedan cortas las exigencias de convergencia en precios, que cree que debe ser "total", y en costes laborales unitarios.

"Hay que ser conscientes", dijo Miguel Boyer, "de que las condiciones deben ser muy rigurosas y no hemos tenido tiempo para prepararnos. Es mejor quedarse fuera un tiempo y entrar bien". El ex ministro de Economía no considera, pues, un problema quedarse fuera con monedas como la libra esterlina o el franco suizo "aunque manteniendo una rigurosa política económica".

La postura de Boyer fue apoyada después por Alberto Recarte, quien manifestó que "no hay que tener tanta prisa" para integrarse en la moneda única y sí hay que prepararse bien.

Boyer respaldó las medidas del Gobierno del PP y dijo, que van en buena dirección. "El nuevo Gobierno", dijo, "ha tenido un buen arranque por el mensaje de liberalización y por la reforma Fiscal, aunque queda mucho por hacer".

Entre las tareas prioritarias en el tiempo, Boyer citó la reducción del gasto público en porcentaje del PIB, el esfuerzo de convergencia, la disminución de la dualidad en el mercado laboral y el equilibrio de la Seguridad Social. A medio plazo destacó la reforma fiscal, la reestructuración de las empresas públicas deficitarias y continuar con la flexibilización y liberalización de los mercados.

Boyer criticó que el ajuste esté recayendo en la inversión pública "porque es una paradoja que la modernización pase por recortar infraestructuras o educación". Indicó que hay que actuar en "todas las partidas" del presupuesto.

Precisamente, para el catedrático Alberto Recarte la reforma laboral "a corto plazo es la gran reforma pendiente". "Es el empresario el que debe definir las causas de despido por razones económicas, tecnológicas o de organización, aunque se equivoque", dijo.

Recarte indicó también su preocupación "por la falta de control sobre el sector público", lo que repercute en el déficit fiscal.

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