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A la torre del reloj de Sol le llega su hora

José Manuel Romero

A la torre más popular de España, la que sirve de morada al reloj de la Puerta del Sol, le ha llegado su hora final: será derribada dentro de 15 días, según la consejería de Obras Públicas y Transportes.La torre estaba herida de muerte, dicen los técnicos, y caerá irremediablemente para ser sustituida por otra nueva, a su imagen y semejanza.

Para acometer esta obra se tuvo que parar, el pasado 17 de mayo, la maquinaria del reloj más televisado. Su cuidador, Vicente Rodríguez, la desmontó para reparar y limpiar las piezas de mayor deterioro. Entre ellas, la bola, que se encuentra "dañada y parcheada", según el informe elaborado por el Gobierno regional.

El primer proyecto de reforma del edificio de la Puerta del Sol, antigua Casa de Correos y hoy sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid, fue socialista.

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Pero el Gobierno de Joaquín Leguina no se atrevió a emprender la obra por su alto coste. Eran tiempos de austeridad, y los mensajes de alarma sobre el estado del inmueble, que reiteró el arquitecto Ramón Valls, autor del diseño de la reforma, no fueron suficientes. Los xilófagos (insectos que devoran la madera) y la humedad seguían atacando peligrosamente la estructura de la última planta del edificio.

Los arquitectos regionales calcularon que harían falta 2.500 millones para curar un edificio lleno de achaques.

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En la rehabilitación proyectada en 1994 tan sólo se pensaba retrasar 80 centímetros la torre de reloj, para situarla sobre los pilares del edificio principal y así fijarla definitivamente.

Pero cuando el nuevo Gobierno regional, del PP, aprobó el gasto de la reforma y se iniciaron las obras (en diciembre pasado), los arquitectos descubrieron que no era suficiente.

Los deficientes elementos con que se construyó la torre y el sistema de transmisión de cargas provocaron anomalías graves. Y lo peor: "En el caso de esfuerzos dinámicos (viento, obra, metro ... ) podría acarrear situaciones peligrosas". De paso, descubrieron fisuras en los muros del minarete que "parecían indicar un movimiento de la torre en dirección Noroeste".

La solución adoptada para evitar que la torre acabará cayendo fue construir una estructura nueva "que transmitiera adecuadamente las cargas horizontales y verticales". Y para eso optaron por "la demolición de la torre actual y posterior reconstrucción con la misma posición y apariencia externa".

Obras Públicas garantiza que la torre del reloj estará lista para la noche de fin de año. Así, la Casa de Correos, construida entre 1766 y 1768, recibirá su primera revisión en profundidad. Carlos III encargó la obra al arquitecto francés Jaime Marquet pesé a que Ventura Rodríguez trabajó en el proyecto entre 1756 y 1760. Como Casa de Correos y sin torre del reloj aguantó el edificio hasta 1847.El Ministerio del Interior llegó después, y con él, los policías, que ocuparon el inmueble hasta 1991. Fue la sede de la Dirección General de Seguridad (DGS). En 1985, el socialista Joaquín Leguina trasladó la presidencia de la Comunidad de Madrid desde la calle de Miguel Ángel hasta este Inmueble, que ocupó parcialmente hasta que, seis años después, consiguió el desalojo definitivo de la policía.

Al edificio del siglo XVIII se le colocó una torre un siglo después. Allí se montó el reloj el 16 de noviembre de 1866. Allí ha estado hasta el Pasado 27 de mayo, cuando se desmontó por las obras de la torre.

El estado actual del minarete -"los muros están muy fisurados, -no se pueden recupérar", explica Amalia Castro- es irrecuperable. El problema es menor: "La torre no forma parte del edificio original", dice Castro.

La nueva obra es sencilla: "Se ha hecho un andamiaje estructural con un montaje que permite consolidar la torre desde abajo hasta arriba. Ahora estaba mal apoyada", señala la directora general de Arquitectura. La reconstrucción de la torre se hará con "idénticos materiales a los que se utilizaron originalmente".

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