La NASA elige un avión-cohete como nave espacial del siglo XXI
El nuevo vehículo será reutilizable y no llevará piloto
La NASA ha seleccionado un nuevo modelo de lanzador experimental, el X-33, de cara a sustituir los transbordadores de la flotilla actual y lograr una drástica reducción del coste del transporte espacial de cargas y personas. El nuevo vehículo de transporte, completamente reutitizable, no precisará pilotaje. Será el primer gran lanzador construido por EE UU en 25 años y su desarrollo pretende movilizar la iniciativa privada en tecnologías de alto riesgo fuera de la gestión de la NASA.
La propuesta del X-33, de la empresa Lockheed Martin, ha sido seleccionada tras una dura competencia con otras dos compañías aeroespaciales californianas: Rockwell International y McDonnell Douglas Aerospace. El vicepresidente de EE UU, Al Gore, anunció el modelo ganador el pasado martes en el Jet Propulsion Laboratory, de la NASA, en California. El desarrollo del proyecto X-33, un prototipo experimental de tamaño reducido, costará más de 1.000 millones de dólares (unos 125.000 millones de pesetas) y debe desembocar en un vehículo que "hará los viajes espaciales más seguros y baratos para tripulantes y cargas", destacó Gore.Lo que la NASA pretende con el X-33 es construir y ensayar nuevas tecnologías necesarias para desarrollar después un lanzador operativo totalmente reutilizable, que no tendrá componentes desechables tras cada lanzamiento, como los propulsores de combustible sólido y el depósito principal que necesitan los transbordadores actuales. Ésto debe abaratar drásticamente los costes.
El nuevo vehículo de transporte llevaría al espacio tanto cargas como astronautas, pero éstos no tendrían que pilotarlo, mientras que en los transbordadores siempre tienen que ir pilotos en los mandos. A partir del 2003, el lanzador debería estar preparado para llevar materiales y personal a la estación orbital Alfa, pero también se utilizaría para poner satélites en órbita baja.
Punta de flecha
El prototipo experimental del nuevo vehículo de transporte tendrá una forma de punta de flecha plana de 20 metros de longitud y poco más de envergadura, y utilizará hidrógeno y oxígeno líquidos como combustible. Despegará verticalmente y aterrizará como un avión, igual que los actuales transbordadores; aunque el X 33 experimental no tendrá aún potencia suficiente para ponerse en órbita, podrá subir a 80 kilómetros de altura a una velocidad 15 veces superior a la del sonido, lo que será suficiente para probar bajo condiciones extremas los nuevos materiales utilizados. Lockheed diseñará, construirá y ensayará el primer prototipo de vuelo antes de marzo de 1999 y realizará al menos 15 vuelos más ese año.Después, la empresa considera que estará en condiciones de construir un vehículo operativo, capaz de llegar a órbita, con un coste entre 5.000 y 8.000 millones de dólares, que se amortizaría con un ritmo anual de 30 o 40 lanzamientos.
Daniel Goldin, director de la NASA, explicó que si el programa tiene éxito, desembocará en una flotilla de lanzadores propiedad de la industria y operada por ella para llevar al espacio misiones privadas y gubernamentales. Esto corresponde al objetivo de la agencia espacial estadounidense de salir de la gestión de los lanzadores, como la actual flotilla de cuatro transbordadores espaciales, y dedicarse sólo a investigación y desarrollo.
"Cuanto menos gastemos en lanzamientos, más recursos tendremos para ciencia y tecnología", dijo Goldin. "Nuestro papel es desarrollar tecnologías de alto riesgo que la industria no puede afrontar", añadió. "Pero no vamos a construir el vehículo, lo hará la industria y la NASA será un usuario más, no el operador".
Gary Payton, jefe del programa de la NASA de lanzadores reutilizables, ha explicado que la propuesta de Lockheed ha ganado porque es la más innovadora y porque el prototipo propuesto es el que más se aproxima a un modelo plenamente operativo. La nave, bautizada Venture star, llevará un nuevo tipo de recubrimiento metálico de protección térmica para la reentrada en la atmósfera y un nuevo tipo de motor que no utiliza las toberas tradicionales de forma cónica para dirigir su empuje.
Competidores
El diseño propuesto por Rock well es parecido a un transbordador espacial pero más grande y sin el depósito externo de combustible ni los propulsores laterales; también fue concebido para despegue vertical y aterrizaje horizontal en pista. La otra opción rechazada, la de McDonnell Douglas, es un vehículo de forma cónica que despega y aterriza verticalmente utilizando sus motores para frenar y posarse sobre su cola; es una versión más grande del pequeño cohete DC-X o Delta Clipper probado en vuelos experimentales desde 1993. Por otro lado, en China, se lanzó ayer con éxito el satélite de comunicaciones Apstar 1A a bordo de un lanzador Larga Marcha 3. Ha sido el primer lanzamiento chino desde la explosión, el pasado 15 de febrero, de un cohete similar, accidente que causó al menos seis muertos.
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