Una broma muy rusa

El nuevo máximo responsable de la seguridad rusa, que se ha ganado una reputación por sus polémicas manifestaciones, tuvo ayer que retratactarse cuando acusó a Pilar Bonet de ser una espía. El general hubo de replegarse ante la indignada periodista, que le había preguntado sobre los métodos que él piensa utilizar para descubrir a los rusos que tienen en España villas compradas con dinero negro. La corresponsal de EL PAÍS cuenta así el suceso, que considera una broma muy rusa,y que comienza con la respuesta de Lébed a su pregunta:-Ya pensaremos algo. ¿Acaso voy a revelar todos mis secretos a una espía?.

-¿Qué espía? -le respondí, completamente despistada.

-Usted es una espía española.

-No soy una espía, soy una periodista. Le ruego que retire sus palabras -le pedí.

Mi respuesta, que surgió automáticamente, estaba, sin embargo, inspirada en la autobiografía del mismo Lébed, quien, según cuenta, se negó en una ocasión a cumplir una orden hasta que otro oficial, que le había ofendido verbalmente, retirara sus palabras.

La frase dio resultado y, fiel a los códigos del honor militar, Lébed exclamó: "Retiro mis palabras. Bromeaba. De verdad". Y luego respondió a mis preguntas junto al colegio electoral donde había votado.