La 2
He escuchado con sumo agrado las declaraciones de la nueva directora general de RTVE, Mónica Ridruejo, en las que manifiesta su intención de mantener las dos televisiones estatales. Esta decisión contrasta con la opinión del vicepresidente Álvarez Cascos, que no hace mucho abogaba por una sola cadena pública.Mónica Ridruejo ha acertado plenamente. La televisión estatal debe ser en tendida como lo que es, un servicio público, y como tal debe atender también a las minorías. Además, sólo en una cadena de las características de La 2 pueden tener tener cabida programas cuya misión no sea únicamente la de entretener o la de luchar encarnizadamente por conseguir una numerosa audiencia y cuya mayor virtud sea la calidad. Está claro que la situación de TVE es cuando menos preocuante. Puede incluso que dramática. La difícil solución debe pasar por una gestión eficaz, pero nunca por la supresión de La 2. Sería un error imperdonable.
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