Más de un día
, El comentario más repetido era: "Debería durar una semana". La Fundación COAM tenía preparada la respuesta: "La Unesco sólo declaró un Día Mundial de la Arquitectura". Los cerca de sesenta estudiantes de último año que guiaban las visitas estaban contentos. Habían superado el miedo escénico. Dependía de su emplazamiento. La chica del Instituto Italiano, que había estudiado allí, comentaba que sólo le habían llegado rebotados de otras colas (plaza Mayor y de la Villa). Y se dedicaba a labores de información, recomendando recorridos y edificios. Los más agobiados, de edificios como el BBV o el Bankinter, reconocían que la organización privada les había ayudado mucho. Aunque ellos tampoco habían parado, siendo incluso tres o cuatro.
Los comentarios en las colas eran más variados. Desde pedir información de adónde dirigirse para solicitar, otro año, más duración. Hasta los estudiantes recién acabados que, ante la simplicidad de las oficinas de Kevin Roche, protestaban: "Yo hago esto de fin de carrera y me suspenden".
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