Conchita se hunde en una gris jornada
La aragonesa perdió ante Date, mientras que Arantxa alcanzó los cuartos de final
El viento y la lluvia fueron ayer dos elementos perturbadores en la capital inglesa. Londres amaneció con el cielo nublado y, aunque hubo apariciones solares esporádicas, la jornada resultó gris y tuvo tonos tristones. El ambiente apagado de Wimbledon pareció engullir también a las dos tenistas españolas Conchita Martínez y Arantxa, Sánchez Vicario, que ayer no lograron ofrecer lo mejor de su juego. Conchita acabó perdiendo en un día tan gris como el amanecer londinense. La japonesa Kimiko Date, 13ª mundial, la eliminó por 5-7, 7-6 (7-5), 6-3 en 2, horas y 30 minutos en un partido con dos parones de más de una hora a causa de la lluvia. Fue una actuación deplorable de la aragonesa. Arantxa, en cambio, se salvó cuando su partido había adquirido muy mal aspecto. Ganó a la belga Appelmans (28ª mundial) por 3-6, 6-2, 6-1 en 1 hora y 24 minutos.A pesar de ganar la primera manga, estaba claro que Conchita no tenía su día. Le costó lo indecible rematar un set que habría debido ganar cómodamente si hubiese sabido aprovechar sus ventajas. Con 3-2 a su favor perdió dos juegos consecutivos en los que dispuso de 15-40 y 40-0. Y en lugar de colocarse con 5-2 a favor, se vio dominada por 3-4.
Aquél fue el primer aviso. Afortunadamente, fue capaz de acabar ganando la manga. Pero en la segunda la historia se repitió. Date controló el juego y se situó con 3-0. Aunque Conchita remontó y forzó la muerte súbita, nunca dio la sensación de tener el partido bajo control. Y aquellas sensaciones se confirmaron en el tercer set, cuando, ya batida y con evidentes problemas físicos, dejó escapar a Date hasta un irrecuperable 5-2. Fue un final triste para la campeona de 1994. "Estoy muy frustrada. Ha sido muy duro porque he tenido oportunidades, pero no las he aprovechado. No he podido con sus golpes planos", dijo Conchita. Date se clasificó así para los cuartos de final por segunda vez consecutiva.
La historia del partido de Arantxa parecía transcurrir por unos derroteros similares cuando Appelmans, ganadora este año en el torneo de Linz, la dominaba por 6-3 y 2-0 en la segunda manga. Pero, al contrario que la aragonesa, Arantxa nunca se rindió y a partir del tercer juego -iba 30-0 abajo- resurgió de su propio hundimiento para lanzarse a un ataque que la llevó a ganar 11 juegos consecutivos. Del 0-2 pasó a ganar el segundo set por 6-2 y a dominar la tercera por 5-0. Appelmans acabó el encuentro cometiendo una doble falta y absolutamente hundida.
Ritmo de partido
Qué ocurrió a partir del tercer juego del segundo set es algo que ni siquiera Arantxa acaba de explicarse muy bien. "Me costó entrar en el ritmo del partido", confesó la tercera jugadora mundial. "Creo que durante el primer set estuve demasiado estática. Pero a partir del 0-2 en el segundo ataqué! más, me concentré y empecé a jugar bien". Hasta entonces, Sabine Appelmans, una jugadora de 24 años, había dado la impresión de ser una jugadora insuperable para la española. Arantxa había desplegado un juego demasiado previsible. Como consecuencia, Appelmans intuía perfectamente la trayectoria de los golpes de la española y llegaba con comodidad a la bola. Y eso le permitió cerrar la primera manga habiendo cedido solamente cuatro puntos cuando dispuso de servicio.
Pero entonces Arantxa sacó a relucir aquella rabia tan habitual en ella, repartió sus golpes de forma mucho más inteligente e inició un remonte espectacular que la llevó al triunfo. Su próxima rival será la austriaca Judith Wiesner, 24ª mundial.
El resto de la jornada estuvo marcado por la lluvia. Pero se produjo una circunstancia muy especial para los británicos. Por primera vez desde que Roger Taylor llegó a semifinales en 1973, un jugador inglés se clasificó para los cuartos de final. Fue Tim Henman, que a sus 21 años ha logrado sacar momentáneamente del. anonimato al tenis inglés tras superar ayer al sueco Magnus Gustafsson.
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