2.000 vecinos de San Blas llevan a Sol su protesta contra la droga

La protesta de San Blas contra la venta de droga en las viviendas modulares de la avenida de Guadalajara cumplió ayer un mes con una manifestación de entre 1.500 a 2.000 personas desde la Puerta del Sol hasta la plaza de la Villa. Vecinos de este barrio obrero se concentraron, como vienen haciendo casi sin interrupción desde el pasado 29 de mayo, para pedir el desmantelamiento de estos prefabricados, donde hay un fuerte trapicheo. Sólo que esta vez fuera de San Blas.Junto a ellos se movilizaron habitantes de la Cuña Verde de Latina, quienes se quejan de que en estos días, al bajar la venta de droga en los Módulos por la presencia policial, ha aumentado el trapicheo en los barracones de Jauja, donde se había reducido desde el año pasado.

Ayer, los vecinos de San Blas mantuvieron una reunión con representantes del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada, de la que salieron con la sensación de que les habían contado sus penas y dificultades sin fijar fechas ni plazos para el desmantelamiento de los prefabricados de los Módulos. En días anteriores se reunieron con otros representantes de las administraciones local, central y autonómica. Como consideran que sus peticiones de derribo del poblado de los Módulos no tienen respuesta eficaz, tienen previsto continuar con sus movilizaciones diarias.

Provisionales desde 1982

Los Módulos de la avenida de Guadalajara fueron construidos en 1982 de forma "provisional" por el Ministerio de la Vivienda. Hace años debían haber desaparecido, pero todavía quedan en ellos 112 familias. Hace diez años eran 392. Ahora, el desmantelamiento de estos módulos, habitados cada uno por siete familias, es responsabilidad de la Comunidad de Madrid.El Gobierno regional tiene previsto el derribo de todas las modulares para 1998. Pero para los vecinos esa espera es una eternidad. Sobre los terrenos ocupados por estos prefabricados deben construirse parte de las 10.000 viviendas del polígono de Las Rosas.

Junto a las casetas incluidas en el censo de chamizos elaborado en 1986 y, por tanto, con derecho a realojamiento, salvo que se descubran bienes por parte de sus moradores, hay unas 70 consideradas ilegales. El Ayuntamiento de Madrid ha pedido ya el derribo de estas favelas irregulares y espera tener las órdenes judiciales para septiembre.

Los Módulos son desde hace años un punto importante de venta de droga. Pero desde hace unos meses el trapicheo ha aumentado. Hasta que las protestas ciudadanas forzaron a aumentar el control policial era habitual ver a decenas de toxicómanos consumiendo su dosis y dormitando detrás del muro construido por las constructoras en tomo al enclave. Algunos relacionan este trasiego con una oferta especial de papelinas a más bajo precio.