Yeltsin elimina a la vieja guardia y consolida a Lébed como su delfín
La irrupción en el Kremlin del general Alexandr Lébed ha desencadenado una auténtica revolución en la estructura de poder en Rusia, que culminó ayer con la destitución fulminante de tres altos cargos representantes de la vieja guardia de Borís Yeltsin y con la consolidación del propio Lébed como delfín del presidente. La lucha entre facciones del Kremlin se ha desatado con la vista puesta en la segunda vuelta electoral, a celebrar el miércoles 3 de julio, decretado día festivo.
Yeltsin destituyó ayer al viceprimer ministro Oleg Soskovets; al jefe del servicio de seguridad presidencial, Alexandr Korzhakov. y al director del Servicio Federal de Seguridad, Mijaíl Barsukov. Perdieron la batalla ante los occidentalistas defensores de la reforma económica radical, cuyo cerebro en la sombra es Anatoli Chubáis, ex viceprimer ministro encargado de privatizaciones y ahora uno de los jefes de la campaña presidencial.Esta lucha por el poder se ha librado entre las dos vueltas de la elección. Ayer mismo se anunció que la segunda se celebrará el 3 de julio, miércoles convertido en festivo a iniciativa de Yeltsin, convencido de que así aumentará la participación y mejorará sus posibilidades de reelección. Para lograrlo es vital el apoyo de la mayor parte posible del 15% de votantes que apoyaron a Lébed en la primera ronda.
Chubáis elogió ayer la "firmeza" con la que el general ha apoyado a Yeltsin en este momento crítico y dijo que, al nombrarle secretario del Consejo de Seguridad, el presidente "ha clavado el último clavo en la tapa del ataúd del comunismo ruso".
Páginas 2 y 3
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