La región del nuevo siglo que ha preparado el Partido Popular tiene 500.000 viviendas nuevas

El Partido Popular ya sabe cómo será la región del siglo XXI. Tras un año de estudios y varios kilos de planos, el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón aprobó ayer un proyecto de región que quiere hacer realidad con la ayuda de los alcaldes. El Plan de Estrategia Territorial, obra del arquitecto Pedro Ortiz (PP), director general de Planificación Urbanística, prevé un crecimiento residencial (500.000 viviendas en 20 años) y ampliar un 50% la superficie edificable en toda la región (de 40.000 hectáreas a 60.000, el 7,5% de toda la superficie de la Comunidad).Con el aluvión de ladrillos se atenderá el aumento de población previsto en los próximos 20 años: Madrid pasará de cinco millones de habitantes a cinco y medio. El plan también incrementa la protección de las zonas naturales más ricas de la Comunidad, situadas al noroeste.

Estos planos le gustan mucho al consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, que ayer regaló palabras a sus técnicos: "Es un plan inteligente, hecho con inteligencia". Y amenazó a los ricos terratenientes qué juegan a ganar mucho dinero, con sus terrenos: "El plan es antiespeculativo".

El documento, que deberá ser aprobado en el Parlamento regional, no será vinculante para los municipios. Sin ningún poder sobre los alcaldes, ¿de qué sirve el plan y qué fuerza tiene? "La fuerza radica en el crédito que tiene la Comunidad, y su opinión, que pesa mucho", replicó Cortés.

En este punto, Ruiz-Gallardón se puso liberal: "El Plan de Estrategia Territorial está abierto; no limita ni pide nada, simplemente propone. Es una invitación al debate".

De la industria se olvidó ayer el Gobierno de Madrid en la conferencia de prensa en la que presentó su sueño urbanístico. En los planos tampoco aparecieron los suelos para actividades económicas.

Carreteras: "Apostamos por grandes vías como la M-45 y la M-50, y por distintas radiales". Cercanías: "Queremos unir por ramal ferroviario el este y el oeste de la región", apuntó el consejero de Obras Públicas. A la expansión del ferrocarril deberían engancharse los nuevos ensanches residenciales, según el diseño del PP.

El plan de Ruiz-Gallardón es similar en sus propuestas al que hizo el Gobierno de Leguina. El documento socialista se terminó en abril de 1995 y costó 450 millones de pesetas.