Nuevo reglamento

¿Quién dice que el flamante Gobierno ha sido negligente la hora de empezar a legislar? Tras el largo paréntesis de las corridas de San Isidro, he vuelto a mi arriesgado oficio de intrépido reportero de investigación, y he descubierto que Aznar y sus ministros han elaborado un nuevo reglamento taurino, de gran importancia. No sólo incorpora los avances democráticos de las últimas dos décadas, sino que revela una sorprendente orientación progresista. He conseguido un borrador, varios de cuyos artículos ofrezco a continuación, seguidos de mis comentarios cualificados.

Artículo 1. La ordenación de las fiestas taurinas será incumbencia exclusiva del Ministerio del Interior.

Con este artículo, el Gobierno reafirma el papel del Estado en los toros, tradición que data del siglo XVIII. Resulta notable por proceder de un Ejecutivo conservador, en teoría contrario a la regulación gubernamental. en todos los ámbitos. Pero, obviamente, Aznar se ha. dado cuenta de que el intento actual de los taurinos profesionales de autorregularse es una trampa. Hace suya la pregunta del ilustre crítico taurino Clarito ante un pretérito intento similar: "¿Desde cuándo las leyes de Aduanas son redactadas por los contrabandistas?".

Artículo 68. La primera oreja será concedida a petición mayoritaria del público, expresada por voto secreto a través de los mecanismos pertinentes.

Siempre se ha dicho que, en un país con escasa tradición democrática, las plazas de toros eran el único lugar donde el pueblo podía manifestarse libremente. Pero a veces se han producido grandes conflictos porque un presidente no contó bien los pañuelos que flamearon en petición de la oreja. (Precisamente por este motivo, un periódico madrileño ha montado una desagradable campaña de desprestigio contra un presidente). Por otra parte, ¿cómo se puede hablar realmente de petición mayoritaria de oreja si una reciente encuesta de Demoscopia indica que menos de la mitad de los espectadores lleva moquero en los toros? Por último, aparte de ser antihigiénico, flamear el pañuelo atenta contra un derecho constitucional: votar en secreto.

La nueva medida supone un gran avance. Al entrar en Las Ventas, los espectadores recibirán unas papeletas correspondientes a la lidia de cada toro. Nada más morir el bicho, registrarán su veredicto, y los votos serán recogidos por empleados de la Comunidad -propietaria del coso- quienes procederán a su rápido recuento. Los resultados se anunciarán por los altavoces. Para agilizar el proceso, una comisión interministerial está estudiando la implantación, en las plazas de primera, de aparatos para votar electrónicamente, como en el Congreso.

Artículo 143d. Se potenciarán los medios audiovisuales (... ) Durante las corridas televisadas, se concederá el derecho de réplica a aficionados de reconocida solvencia.

Ningún reglamento anterior había tomado en cuenta los medios de comunicación, cada vez más importantes en la fiesta. Por ejemplo, hay una cadena de. televisión que organiza extrañas corridas pueblerinas, comentadas por un energúmeno realmente ofensivo. Durante San Isidro también pueden darse casos curiosos: el siguiente se produjo en un palco donde gente de la farándula es entrevistada durante las transmisiones, y fue denunciado por una publicación llamada La Voz de la Afición: "La esposa de un conocido ex director de Banco de España que estuvo una temporada a la sombra, con toda la razón que la asiste por su condición de conocida aficionada, hacía gala de su justa indignación por el comportamiento [del controvertido tendido] por fastidiar a la gente de bien".

Es aquí -y coincidiendo con la creación de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, un "órgano independiente encargado de velar por la libre competencia, la transparencia e igualdad de trato"- donde el Gobierno demuestra mejor su talante reformista, incorporando a la fiesta nacional un derecho fundamental de toda democracia. Igual que los periódicos publican cartas al director o tienen un defensor de los lectores, ahora las televisiones tendrán que permitirles a los aficionados de: solera contestar en antena a comentarios como los de esa señora. En nuestra ciudad, podría ser -¿por qué no?- bajo un rótulo que ponga ¡El 7 contesta!