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Dos forenses, y un guardia civil niegan hipótesis de un tercer asesino en Nigrán

La hipótesis de un tercer asesino en la matanza de Nigrán (Pontevedra) es más propia de una "película" que de la realidad de los hechos acreditados en la vista oral por el cuádruple asesinato, según el catedrático de Derecho Penal Gonzalo Rodríguez; Mourullo, abogado de la familia Fernández, de la que en 1994 murieron a tiros tres miembros. Las declaraciones de dos forenses y un sargento de la Guardia Civil desmontan también la supuesta existencia de un tercer autor material de los disparos, como declaró ante el tribunal el día anterior el presunto cerebro del asesinato, el policía Manuel Lorenzo.

Manuel Lorenzo, principal procesado por el asesinato, señaló el lunes que se habían producido tres disparos en la habitación del matrimonio formado por el industrial David Fernández y Pilar Sanromán. Uno de ellos fallido, supuestamente como consecuencia del forcejeo entablado entre él y esa hipotética tercera persona. La pareja murió de sendos tiros en la nuca. Pero el sargento de la Guardia Civil Antonio Orto da Silva indicó en la vista oral que durante la inspección ocular sólo se encontraron dos casquillos de bala en la habitación. Los forenses señalaron también que los disparos fueron realizados limpiamente, a corta distancia y de forma certera, lo que contradice la existencia de un forcejeo previo. Poco después también fueron asesinados la hija, Marta Fernández, y la asistenta, Ana Isabel Costas. La defensa de Manuel Lorenzo ha tratado de demostrar que la Guardia Civil no actuó correctamente en las horas posteriores al crimen. Según el letrado, Fernando Rubianes, "no se practicaron pruebas dactiloscopias, algo que parece elemental, ni se recogieron objetos existentes en la vivienda para tratar de certificar la participación de personas distintas a los inculpados". El abogado aseguró que Telefónica contestó en unas diligencias que no tenía medios para determinar las llamadas que hizo el policía procesado en la noche del crimen desde el chalé al supuesto tercer inculpado.

El informe médico revela que el otro procesado, el también policía Jesús Vela, es una persona completamente normal, que muestra una coherencia razonable y no posee ninguna alteración de sus facultades. Vela estaba convencido de que no iba a ocurrir nada parecido a un cuádruple asesinato y resaltó el afán de liderazgo de su compañero, Manuel Lorenzo.

Un inspector de la brigada de . régimen interior (anticorrupción) señaló en el juicio que tres días antes de los acontecimientos terminó la investigación que se realizaba acerca de las actividades de Lorenzo porque no se había descubierto nada anormal. La investigación comenzó des pués de que el abogado de la es posa de Laureano Oubiña, Ester Lago, denunciase que Manuel Lorenzo se había ofrecido para eliminar al narcotraficante arrepentido Ricardo Portabales.

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