El PNV amenaza con "una crisis institucional" si el PP veta en Madrid el pacto vasco-navarro
El Parlamento vasco no se salió ayer del guión. El órgano permanente de cooperación con Navarra fue aprobado por los artidos del Gobierno, PNV, PSE-PSOE y Eusko Alkartasuna (EA), e IU, que lo saludaron como un esfuerzo de consenso y normalidad. Para el PP, en cambio, se trata de una "patata caliente" e introduce crispación. Los populares reiteraron que mantendrán su oposición en el Senado y en el Congreso. El PNV cree que esas instituciones no tienen legitimidad para vetarlo y retó a los populares a que se opongan si quieren abrir "una crisis institucional".
El acuerdo fue aprobado con 40 votos sobre un total del 75 diputados, por 11 votos negativos y uno en blanco. HB y los foralistas de Unidad Alavesa (UA) se abstuvieron. En el debate, el PNV no pudo evitar advertir a los populares de las consecuencias que traería el bloqueo en Madrid del acuerdo suscrito por los Gobiernos de dos comunidades y aprobado por sus respectivos parlamentos para impulsar y promover iniciativas de interés común en todas las áreas de sus respectivas competencia.Aunque el lehendakari José Antonio Ardanza, del PNV, evitó entrar en la polémica suscitada en Navarra con Unión del Pueblo Navarro (UPN), y en el País Vasco con el Partido Popular, el portavoz de los peneuvistas, José Antonio Rubalcaba, dejó muy claro que "las relaciones no pueden quedarse en el pimiento y en el espárrago
En su opinión ni el Senado ni el Congreso de los Diputados tienen legitimidad moral para tumbar el pacto. "Lo importante de esa postura es que generaría una crisis institucional. Que una Cámara territorial como el Senado, defensora de las comunidades, sea quien se carge un acuerdo libremente conseguido por otras cámaras sería una verdadera barbaridad", declaró Rubalcaba. El portavoz adoptó tono de reto al advertir al PP que si mantiene su posición contraria, el PNV "tomará buena nota de que se prima un acuerdo partidista [con UPN] sobre un acuerdo global [con el PNV]".
Al igual que los seguidores de Xabier Arzalluz, el presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, y el secretario de IU en Euskadi, Javier Madrazo, amenazaron con acrecentar la presión sobre el PP. "Si al final el acuerdo se queda en papel mojado por motivaciones políticas", dijo el ex lehendakari Garaikoetxea, "todos seremos muy críticos". Para Garaikoetxea, la Historia ha dejado testimonio en el País Vasco y Navarra de que la chispa dela discrepancia y el enfrentamiento la pone "la derecha", frente a las acusaciones de beligerancia a los nacionalistas.
Unidad Alavesa pidió un referéndum para ratificar el acuerdo y su portavoz, Raúl Reyero aportó la novedosa exigencia de que, a continuación, debería sellarse otro pacto similar con la comunidad vecina de La Rioja.
El debate fue templado, sin estridencias, y el PP reconoció haber mantenido un profundo debate sobre la conveniencia de abstenerse o votar en contra,como finalmente hicieron ayer sus miembros. Los populares aseguraron que el texto del acuerdo es "constitucional y jurídicamente incuestionable", en abierta contradicción con la tesis mantenida por UPN, que ha anunciado un recurso de inconstitucionalidad si el órgano común permanente prospera en el Congreso.
Y además, el PP se declaró partidario del acercamiento de las dos comunidades. "Sin embargo el instrumento elegido", dijo Barreda, "el órgano permanente, no sirve para los fines que pretende y más que tender puentes Ios corta".
Para el portavoz socialista, Fernando Buesa, los argumentos del PP "son de ocasión". Buesa preguntó a los populares, mientras su portavoz Leopoldo Barreda charlaba con el lehendakari en el banco del Gobierno, cuál sería su postura si UPN no se hubiera opuesto frontalmente al acuerdo intergubernamental.
Durante el turno de réplica, el portavoz de IU, Javier Madrazo, criticó a Herri Batasuna su postura contraria a la normalización de relaciones entre las comunidades vasca y navarra. "Ustedes, cuanto peor mejor, y además piden el todo o el nada. Eso no es válido", les increpó.
HB se dirigió al lehendakari para cuestionar su liderazgo. "Usted", dijo su portavoz lone Goirizelaia, "no tiene derecho a meter a este pueblo en un marco que está dentro de la Constitución. Esto es sólo una maniobra política", declaró desde la tribuna.
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