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Dos mujeres luchan por el poder en las elecciones de la estabilidad para Bangladesh

La viuda y la huérfana, como son conocidas respectiva y popularmente Jaleda Zía y Hasina Wajed, herederas políticas de dos presidentes asesinados, se disputan el poder en las elecciones generales que se celebraron ayer en Bangladesh y cuyos resultados se conocerán mañana. Casi 57 millones de personas estaban llamadas a las urnas, en un país de 120 millones de habitantes, para unos comicios que se celebran, sólo cuatro meses después de otra convocatoria que fue boicoteada por toda la oposición y de los que se espera sirvan para crear una nueva atmósfera de estabilidad en el país.Tres muertos -un agente electoral, un militante del Partido Nacional de Bangladesh (PNB) y un niño- y decenas de heridos en distintos incidentes empanaron una convocatoria que tiene como principal objetivo afianzar la democracia en un país que ha vivido la mayor parte de sus 25 años de independencia bajo regímenes militares.

Los dos principales partidos en liza son el PNB de Jaleda Zía, la viuda, y el partido izquierdista moderado Liga del Pueblo (Awami), de Hasina Wajed, la huérfana. Ambas están enfrentadas por una amarga rivalidad personal. Zía asumió el liderazgo del PNB cuando su marido, el presidente Ziura Rahman, fue asesinado en una intentona de golpe de Estado en 1981. Hasina entró en la vida política cuando su padre, el fundador de la nación, Mujibur Rahman, fue asesinado junto con gran parte de su familia en otro golpe de Estado militar en 1975, y sospecha que la responsabilidad de aquella matanza fue del marido de Zía.

El tercer partido, Jatiya, encabezado por el ahora encarcelado por corrupción ex presidente Hosain Hersad, tendrá, según los analistas, la llave de la gobernabilidad. En las elecciones de 1991, el BNP obtuvo 140 de los 330 escaños; Awawi, 88, y Jatiya, 35. En febrero, por el boicoteo de la oposición, el PNB de Zía aglutinó 292 escaños, que no le bastaron para gobernar pues aquella victoria fue contestada durante largas jornadas con continuas manifestaciones e incidentes callejeros.

Las elecciones de 1991, las únicas libres que ha celebrado Bangladesh en su corta historia, y que desalojaron del poder al general Hersad, se desarrollaron bajo un Gobierno provisional neutral, y también esta vez los comicios se celebran bajo un Gobierno no partidista que intenta garantizar su transparencia.

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