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Tribuna
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Espejos y disfraces

Dicen que los italianos ha gastado dos millones de pesetas en instalar, secadores de pelo y espejos en el cuartel general de su selección, en Liverpool. Además de salir a por todas al campo, el equipo de Arrigo Sacchi quiere hacerlo con un aspecto presentable. Los ingleses, celosos tanto del atractivo personal de los italianos como del éxito de una selección que está entre las favoritas pese a la insistencia de los comentaristas deportivos en colocarla entre las perdedoras, critican este detalle como una muestra más de la vanidad latina, para indignación de Antonio Matarrese, presidente de la Federación Italiana de Fútbol.De momento, el aspecto de los jugadores que se enfrentaron el martes a la selección de Rusia, era cualquier cosa menos atildado. Esparadrapos, pelos hirsutos y un uniforme demasiado visto. La única nota de exquisitez procedió del propio Sacchi, con su toque Armani, y de las gradas del estadio de Anfield, donde un grupo de tiffosi marcó la diferencia apareciendo ante las cámaras disfrazados de Capuletos.

Dos días antes, los hinchas alemanes habían optado por lucir el traje tirolés, demostrando que la unidad europea no pasa por la supresión de las identidades culturales. Con 16 selecciones en la Eurocopa, las opciones de disfraz regional son múltiples, sin contar con las posibilidades de recreación histórica que quedan abiertas a los aficionados más imaginativos. De momento, los rusos fallaron estrepitosamente en este capítulo de color. Pero su entrenador, sin necesidad de adornos superfluos, al menos mantuvo el viejo mito nacional con su aspecto de sesudo funcionario del Partido.

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