Plaza de Oriente
Observando los restos arqueológicos y las fotografías de la exposición que nos han mostrado en la calle de Bailén, me cuesta creer todo lo que ya han destrozado y lo que aún les queda por destrozar: siglos de vivencias, historia y cultura de esta ciudad.Los restos descubiertos están en ruinas; así se encuentra el Coliseo de Roma, por ejemplo, y ahí permanece, como símbolo de culturas pasadas, que a muchos les gustaría visitar, como también nos hubiera gustado visitar siempre estas ruinas halladas en la plaza de Oriente.
Reformar esta plaza para que los ciudadanos puedan transitar mejor, respetando lo que ha ido surgiendo de su interior, en mi opinión, hubiera sido lo normal.
Pero que esta reforma se haya proyectado para que los coches aparquen y circulen mejor, destruyendo con ello parte de la historia de Madrid... nunca lo podré entender.-
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