La Liga aplaza el desahucio de gobernadores del norte de Italia tras perder alcaldías
La Liga aplazó ayer la notificación del desahucio a los gobernadores de las provincias de Mantua y Pavía, tras perder en las elecciones del pasado domingo las alcaldías de las capitales de esas y otras provincias del norte de Italia. El proyecto de desahucio se apoya en que los gobernadores ocupan oficinas propiedad de las provincias en cuestión, todavía controladas por la Liga. Todos los partidos italianos han considerado los resultados de las municipales parciales como un fracaso del secesionismo de Umberto Bossi, que no reconoce la derrota.
"La gente todavía tiene miedo. Es como si se encontrase sobre un trampolín, dispuesta a lanzarse, pero no lo hace porque le dicen que el agua está fría y que es poco profunda", afirmó Bossi, que reiteró "la necesidad de liquidar a los gobernadores del norte por todos los medios y con la máxima determinación. Hay que empaquetarlos y mandarlos a su país, porque el norte no quiere virreyes".La campaña contra los gobernadores provinciales fue anunciada hace una semana por Roberto Maroni, portavoz del Comité de Liberación de la Padania que preside el propio Bossi, y hubiera tenido que dar lugar ayer a las primeras medidas concretas. El líder apoyó expresamente los desahucios de Mantua y Pavía, mientras protagonizaba una nueva provocación hacia el Gobierno central. Bossi asistió a la toma de posesión del llamado Gobierno Sol formado por la Liga en un palacio noble de Venecia donde Lucchino Visconti rodó la película Senso. Cerca de esa sede se editará el Boletín Oficial que anunciará la decisiones del Gabinete de la Liga.
Pero ayer, tras una semana de intensa polémica sobre si las provocaciones de Bossi deben ser. afrontadas con la represión o simplemente ignorándolas, nadie hizo demasiado caso al teatro del secesionismo virtual liguista. Los resultados de las elecciones del domingo hablaban por sí mismos.
La Liga perdió las cuatro alcaldías importantes del norte en juego, con claros retrocesos en relación a los comicios previos en que las conquistó. Ni en Mantua, Lodi o Pavía lograron superar el 16% de los votos los candidatos de Bossi, que han quedado excluidos de la segunda vuelta para la elección del alcaldes, que se celebrará dentro de dos semanas.
La cosa es especialmente chocante en Mantua, ya que se trata de la ciudad donde se reúne habitualmente el llamado Parlamento de la Padania. La Liga ha resultado igualmente derrotada en ciudades menores como Vigevano y Voghera. Entre los pueblos de menos de 15.000 habitantes, los candidatos de Bossi parecían conquistar al menos cuatro alcaldías.
Conviene precisar que todos estos resultados eran previsibles antes de las elecciones generales del 21 de abril, y precisamente en ellos se basaban las expectativas de los demás partidos de un hundimiento general de la Liga, que las urnas no confirmaron.
Los hombres de Bossi subieron más de dos puntos en el conjunto de Italia. Las elecciones locales han demostrado que, en las localidades interesadas, el voto de la Liga ha disminuido ligeramente con respecto a las generales.
El descenso de la Liga ha favorecido un avance paralelo del Olivo, el bloque de centro-izquierda, actualmente en el poder, que parte como favorito para la segunda vuelta con considerable ventaja sobre el conservador Polo de la Libertad de Silvio Berlusconi y Gianfranco Fini. El Polo progresa, en cambio, en ciudades del sur, como Taranto o Brindisi, donde un candidato de Alianza Nacional, el partido de Fini, ha sido elegido alcalde en la primera vuelta.
