"No ha habido ninguna parte inocente en la guerra de Bosnia"
Slobodan Milosevic, de 54 años, no es un político que se prodigue en exceso en los medios de comunicación. Ha pasado en muy poco tiempo de villano, considerado por muchos el verdugo de Bosnia-Herzegovina, a héroe, elevado por Estados Unidos a arquitecto de la paz lograda en Dayton. Esta entrevista, que se celebra en Belgrado, llega en un momento clave para él. La Unión Europea y Washington le presionan para que entregue y retire de la circulación política a los líderes serbobosnio Radovan Karadzic y Ratko Mladic, acusados ambos de crímenes contra la humanidad.Pregunta. Usted es, desde hace años, la figura clave en el conflicto de la ex Yugoslavia. ¿Cómo ve su papel?
Respuesta. Yo he defendido la continuidad de la Yugoslavia multinacional desde que se manifestaron los primeros síntomas de desintegración. Todos los diplomáticos del mundo saben que me he esforzado por una solución pacífica de este conflicto. La solución en Bosnia sólo puede venir de la mano de una fórmula que proteja en igualdad de plano los intereses de los tres pueblos: serbios, croatas y musulmanes. El acuerdo de paz de Dayton reconoce este hecho.
P. En Occidente muchos le han visto como el principal responsable de la guerra. Hoy, tanto para los europeos como para los norteamericanos, es el socio más importante en el proceso de paz. ¿Le satisface este cambio?
R. La guerra en Bosnia no ha sido cosa de una única parte, ni de un único pueblo. Los tres pueblos son responsables de esta guerra; pero especialmente grande es la responsabilidad de algunos miembros de la comunidad internacional. Hago lo que puedo por contribuir a la paz. Y si Estados Unidos y Europa me consideran ahora un socio importante, sus razones tendrán.
P. La guerra fratricida en la ex Yugoslavia se ha cobrado más de 250.000 muertos y cuatro millones de refugiados. ¿Ha merecido la pena?
R. Ni 250.000 muertos ni uno solo justifican una guerra civil. De todo lo que ha ocurrido Yo, como todos mis coetáneos, he aprendido muchas cosas. Una de ellas es la selección de colaboradores y aliados. Nunca volvería a elegir a algunos.
P. Serbia es el territorio donde viven los serbios, dijo usted en 1991, reivindicando el derecho de los serbios a vivir en un Estado. ¿Qué ha aportado la guerra al pueblo serbio?
R. He luchado por el mantenimiento de Yugoslavia, porque ello respondía al interés del pueblo serbio. A quienes hemos luchado por el mantenimiento de una Yugoslavia multinacional, nos tildaron de nacionalistas y agresores. La comunidad internacional nos impuso sanciones brutales. Y aquellos que, con un nacionalismo agresivo, lucharon por la secesión y la creación de mini-Estados étnicamente limpios obtuvieron el rango de demócratas y recibieron el reconocimiento y el apoyo internacional. En la crisis de Yugoslavia, Europa ha actuado en su contra.
P. ¿Cuál ha sido el beneficio de los serbios en esta guerra?
R. A los serbios que vivían fuera de Serbia les fue impuesta esta guerra. En virtud de la Constitución de uno de los tres Estados de esta República, los serbios en Bosnia iban a ser declarados ciudadanos de segunda clase de un Estado islámico cualquiera. Finalmente, los serbios han obtenido en Bosnia su propia República serbia.
P. El escritor serbio Dobrica Cosic ve en el fin de esta guerra una catástrofe para los serbios. Afirma que las víctimas han caído en vano, que Croacia es el ganador.
R. No comparto esta opinión. Serbia no ha podido evitar ninguna de las guerras que ha librado. No es verdad que Serbia haya perdido en la paz lo que ha conseguido en la guerra. Por eso estoy convencido de la paz, porque supone una oportunidad histórica para los intereses de Serbia y del pueblo serbio.
P. Teniendo en cuenta todo este cúmulo de odios, ¿es siquiera realista el regreso de los refugiados, tal y como queda recogido en el acuerdo de Dayton?
R. Las heridas son profundas, qué duda cabe. Pero no son las primeras que se han hecho los pueblos yugoslavos. En otros lugares muchos pueblos enfrentados se han convertido más tarde en buenos vecinos y aliados...
P. ...los franceses y los alemanes, por ejemplo, pero ello requiere muchas generaciones.
R. No en nuestro caso. Asegurar la paz es, ahora, el principal objetivo. Después se podrá dar marcha atrás a muchos resultados de esta, sangrienta guerra civil. Hay que recuperar condiciones normales. El regreso de los refugiados es posible porque esas personas quieren volver a sus casas. Con la ayuda de la comunidad internacional continuaremos creando las condiciones para una reintegración basada en la seguridad personal, jurídica y patrimonial.
P. ¿Piensan lo mismo los inflexibles en torno a Radovan Karadzic en Pale?
R. No conozco a nadie en Pale que esté encontra de la aplicación de Dayton.
P. ¿Cree que las elecciones previstas en septiembre por los acuerdos de Dayton son posibles?
R. Tienen que celebrarse, y se celebrarán, porque mientras en Bosnia no haya instituciones democráticas legales, la situación no se normalizará. Estas elecciones son decisivas para el futuro del país.
P. Y las instituciones estarán ocupadas por los representantes del viejo espíritu nacionalista.
R. No. De las elecciones partirán cambios radicales y resultados positivos, estoy seguro.
P. Es la opinión optimista.
R. La guerra ha acabado, eso lo sabe todo el mundo.
P. ¿También Karadzic?
R. Aunque hubiera problemas con algunos individuos, ello no afectaría a, la causa. La gente quiere paz.
P. ¿No es ilusoria la retirada de las tropas de la OTAN prevista para finales de este año?
R. El plan de retirada sigue siendo realista mientras no se empeñe alguno en provocar el aplazamiento de las elecciones previstas para septiembre.
P. Una hipoteca en la futura convivencia de los pueblos balcánicos son los crímenes de guerra. ¿Cómo coopera el Gobierno serbio con La Haya?
R. En Serbia se piensa que todos los criminales de guerra tienen que rendir cuentas de sus delitos. Los responsables en territorio serbio tendrán que asumir su parte de responsabilidad. Ahora bien, los procesos en contra de criminales de guerra serbios, suponiendo que los haya, no deben tener lugar fuera de Serbia. No encontrará a nadie que justifique este tipo de crímenes, independientemente de quién los haya cometido.
P. ¿Cree usted que Karadzic y el general MIadic van a tener que pagar por lo que ha ocurrido en Bosnia, o cree, como Mladic, que del Tribunal de La Haya parte una estigmatización de los serbios?
R. No creo que este tribunal sea un instituto de difamación. Pero la postura oficial pone de manifiesto claramente que se trata de una institución política, no jurídica. En la guerra civil trilateral en Bosnia no ha habido ninguna parte Inocente. Inocente ha sido sólo el débil, que independientemente de su adscripción nacional ha sido quien más ha padecido los horrores de la guerra. La jurisprudencia se podrá llevar a efecto sólo si se mide a todos con el mismo rasero. Pero las prácticas del Tribunal de La Haya no dan esa impresión.
P. El general Mladic, contra quien se ha dictado una orden de busca y captura, ha podido asistir hace poco en Belgrado al entierro de un camarada.
R. Usted conoce el clima y las reglas en esta región. No sólo en Serbia, pero especialmente aquí, un entierro es un día sagrado, Incluso si Izetbegovic hubiera asistido a este entierro, no habría tenido nada que temer.
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