Yoko Ono presenta en Londres 'Rising mixes'

Han desaparecido las siniestras gafas negras panorámicas y el aspecto de viuda doliente. A los 62 años, Yoko Ono representa 10 años menos, con su pelo corto y negro matizado con destellos granate y unas gafas graduadas de línea italiana. La diminuta Yoko Ono, artista polifacética y polémica, parece haber recuperado el control de su vida y de su carrera artística, con el lanzamiento, tras 10 años de silencio, de un nuevo álbum, Rising, parte de cuyas grabaciones aparecerán en una ambiciosa versión audiovisual en CD-ROM titulada Rising mixes.La viuda de John Lennon, el que fuera uno de los mayores mitos de la música rock, presentó su nuevo trabajo en Londres, arropada por la presencia de su hijo Sean Lennon Ono, de 20 años, coautor junto a su grupo IMA -un término japonés que significa Ahora- de la música ecléctica y de fuertes raíces populares que figura en Rising.

Yoko Ono reconoce las múltiples influencias musicales que han inspirado este álbum, algunos de cuyos temas son, sin embargo, extraordinariamente personales. Sonidos guturales y meros ruidos se entremezclan con ritmos más dulces e, incluso, con algo que vagamente podría tener lejanos ecos del flamenco.

"Hay un poco de muchas cosas, es cierto. Como todos hemos tenido varias vidas, es posible que hayamos estado en contacto con todas esas culturas. Además, hoy día hay que hablar de música global. Lo popular" lo clásico, el jazz, el rock, todo está al alcance de la mano, y estos chicos", Yoko dirige la mirada a su hijo Sean sentado a su derecha, "han crecido en este ambiente de mezcla". "Trabajar con Sean ha sido maravilloso", dice. "Se parece muchísimo a su padre, y al mismo tiempo es diferente. Por eso es extraño para mí".