La OPEP añade el crudo de Irak a su oferta oficial sin resolver su problema de exceso de producción
La difícil reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) concluyó ayer con un acuerdo que eleva su techo oficial de producción de 24,5 a 25,03 millones de barriles diarios para los próximos seis meses, incorporando los 800.000 barriles que exportará próximamente Irak tras su pacto con Naciones Unidas y restando los que producía Gabón, que ha abandonado la organización. El reparto de las cuotas entre los once países miembros, vigente desde 1993 pero que incumplen todos, queda congelado. La OPEP produce en realidad 26 millones de barriles y sólo si aumenta la demanda de crudo, opinan los expertos, se evitará una brusca caída de los precios. Ayer el barril de crudo brent, de referencia en los mercados, cerró a 18,05 dólares.Una vez más Arabia Saudí, el principal exportador mundial, ha impuesto su criterio en la OPEP. Ryad apoyaba el mantenimiento de las cuotas actuales para absorber el crudo iraquí, ausente del mercado desde hace seis años a raíz del embargo internacional que se aplicó a Irak cuándo invadió Kuwait. Bagdad pretende ingresar 2.000 millones de dólares en seis meses para comprar alimentos y medicinas. Los productores más pequeños, como Argelia, pedían un reparto de cuotas más equilibrado. Una propuesta que apoyaba Irán, el segundo productor de la OPEP, que ha exigido, sin éxito, que los países que aumentaron su oferta para compensar la ausencia de Irak, sobre todo Arabia Saudí, la redujeran ahora. Mientras, Venezuela o Nigeria, que producen muy por encima de su cuota, han soportado fuertes presiones para corregir esta situación.
"El gran debate de la reunión ha sido la falta de disciplina de los países miembros", señala Manoucher Takin, experto del Centre for Global Energy Studies con sede en Londres. Takin cree que si continúan ignorándose las cuotas, el precio del petróleo caerá entre 1 y 2 dólares en los próximos cuatro meses. Si en ese periodo se incorpora Irak, la caída podría llegar a 4 dólares. Este descenso corre el riesgo, además, de verse alimentado por la necesidad de Bagdad de vender más cantidad de petróleo a precios más bajos para asegurarse los mismos ingresos.
El mercado reaccionó con frialdad al acuerdo pues había descontado un resultado similar. Los precios se mantuvieron en 18 dólares, lejos de los 22 que llegaron a superar en abril a causa del frío y el bajo nivel de stocks en las compañías privadas. Pero los contratos de futuros reflejan claramente las expectativas bajistas que provoca el regreso de Irak. El barril de crudo brent de entrega en agosto cotizó a 17,63 dólares, septiembre (17,35), octubre (17,16) y noviembre (16,98).
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