_
_
_
_

La amante de las historias

Arte dedica su 'Noche temática' a la escritora Marguerite Duras

Antes de ponerse a escribir, Marguerite Duras se lavaba, se vestía con ropa limpia y hacía bien la cama, porque una cama deshecha le parecía una chillona invitación a cualquier cosa menos a ese particular estado del espíritu con el que el autor debe abordar la perpetración del asesinato de sí mismo que constituye todo libro.Sólo entonces, con su persona y su casa en orden, comenzaba a narrar sobre el papel sus tiernas y descomunales historias: la de la adolescente francesa y su amante chino en el Saigón de los años treinta; la de Lol V. Stein, que enloqueció porque una rival le robó a su prometido en un baile; la del vicecónsul en Lahore, que disparaba contra el hambre, contra la desgracia, contra el dolor, contra la muerte...

Marguerite Duras también se acicalaba y arreglaba la casa cuando recibía a alguien. Era una gran conversadora. Si su interlocutor le caía bien, y para ello tan sólo era preciso no ser fascista o estúpido, se ponía a contar historias sobre sí misma, sobre sus amigos, sobre sus libros, recreándolas una y otra vez.

En ocasiones, cuando, en el transcurso de la conversación, uno le citaba algo que ella había dicho o escrito en el pasado, Marguerite Duras se quedaba perpleja y preguntaba: "¿Yo he dicho (escrito) eso?". "Pues sí, en tal ocasión". Tras guardar un breve silencio, sentenciaba, con una leve sonrisa de satisfacción: "Pues está muy bien dicho (escrito)".

Pierre Dumayet acertó al plantear la entrevista que le hizo en Trouville en 1992 y que hoy emite La 2 como primer plato de una velada consagrada a la escritora francesa, fallecida el pasado 3 de marzo a los 81 años de edad.

Dumayet tuvo la estupenda idea de proyectarle a Marguerite Duras dos entrevistas que él mismo le había hecho en 1964. Entrevista sobre entrevista, la conversación del periodista y la escritora tiene muchos momentos hermosos, como cuando ella descubre que toda su vida ha llevado luto por no haber sido la loca Lol V. Stein, que más que un personaje era una ambición; o como cuando rompe a llorar recordando la muerte de aquella huérfana esquelética de dos años -"tan llena de lombrices, que las vomitaba"- que su madre le había confiado en Saigon, cuando ella tenía diez o doce años.

Al escuchar o leer a Marguerite Duras, ¿qué más daba saber lo que le había ocurrido de veras y lo que ella imaginaba, si finalmente lo contado siempre termina reemplazando a lo vivido? Sus sentimientos, su amor hacia los que sufrían y su odio a los que hacían sufrir eran auténticos, y eso era lo importante.

(La noche temática consagrada a Marguerite Duras se emite hoy en La 2 a las 23.05 horas. Leer y escribir: Marguerite Duras, documental realizado en 1992 por Pierre Dumayet y Jean-Claude Ducouret, constituye la primera parte de la velada. Le seguirá una nueva proyección de El amante, la película realizada en 1991 por Jean-Jacques Annaud sobre la novela del mismo título de Duras).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_