Los gaullistas se financiaban con las obras de los pisos municipales de París
Los pisos de propiedad municipal no dejan de proporcionar disgustos a la actual mayoría conservadora en el poder. El primer ministro Alain Juppé -acusado de alojarse, él y varios de sus familiares, en viviendas de lujo y alquiler reducido-, el propio presidente Jacques Chirac y su sucesor en la alcaldía de París, Jean Tiberi, se han visto envueltos en embrollos inmobiliarios. Ahora, las declaraciones ante la justicia de François Ciolina, antiguo director general de la OPAC de París (oficina que se ocupaba de la atribución de obras públicas relacionadas con la vivienda), publicadas por Le Monde, descubren la existencia de todo un sistema de financiación oculta a favor de la gaullista Agrupación para la República (RPR)."Ese sistema ha existido durante años y quien lo puso en funcionamiento es Georges Pérol, ex alcalde de un pueblecito de la Corréze", región por la que es sempiterno diputado Jacques Chirac. "Pérol decidía cada año en solitario en qué fecha iban a hacerse públicos los concursos para la construcción de 600 o 700 pisos", sigue explicando Ciolina. Esas obras representaban anualmente un volumen de negocio en torno a los 300 millones de francos (7.500 millones de pesetas). Ciolina asegura que "siempre les tocaban a las mismas empresas, cuatro o cinco que acudían a la presentación del concurso, aunque luego muy raramente concurrían más de dos".
El juez Halphen lleva ya desde finales de 1994 investigando al promotor Jean-Claude Mery, que según Ciolina, "cobraba en concepto de asistencia comercial a cambio de las informaciones privilegiadas que sacaba de Pérol". Este testigo añade que "el dinero que Mery cobraba iba al RPR. En la OPAC todo el mundo lo sabía, pero nadie decía nada porque queríamos seguir conservando nuestro puesto de trabajo".
Rehabilitar y mantener
Las comisiones clandestinas no incluían sólo las obras de nueva planta. Los trabajos de rehabilitación o de mantenimiento de ascensores en viviendas municipales también eran objeto de maniobras extrañas en las que siempre, según Ciolina, "se inmiscuyen arquitectos o personajes originarios de la Corréze". El total estimado por esos otros conceptos es de 400 millones de francos.Durante el periodo en que el sistema funcionó a pleno rendimiento sólo una persona daba órdenes a Pérol: "Cuando Jean Tiberi tomaba una decisión había que llevarla a la práctica costase lo que costase".
El juez Halphen dispone ya de documentos que prueban el papel jugado por Mery respecto a la OPAC y los 50 millones de francos que recaudó en concepto de comisiones. Mery se defiende: "Nunca recaudé directamente dinero para el RPR. Me limitaba a incitar a las empresas a financiar al RPR". Por devoción. Pérol lo niega todo, pero no es capaz de explicar por qué ciertas empresas que trabajaban para él en la Corréze donaron, cinco millones de francos al ayuntamiento que él dirige: "Nunca pedí a las empresas que lo hicieran".
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