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Historias de mujeres y para mujeres

Los telefilmes atraen a las actrices de un Hollywood volcado en el héroe de acción

De mujeres y para las mujeres. Esta podría se una buena definición de gran parte de los telefilmes, ese cine que nace, muere en la pequeña pantalla, con clientela mayoritariamente femenina y cuyos importantes roles de mujer tientan cada vez más a actrices conocidas de un Hollywood demasiado centrado en el héroe y la acción. Mira Sorvino acaba de estrenar Norma Jean and Marilyn. Anjelica Huston ha debutado como directora del telefilme Bastard out of Carolina. Meryl Streep vuelve como productora y protagonista de una TV-movie basada en un hecho real, First do no harm, sobre en un niño tratado con medicina alternativa. La televisión acaba de reunir también a Shirley McLaine, Liza Minnelli y Kathe Bates para West side Waltz. Y un telefilme es también el último estreno de Faye Dunaway.Todos estos títulos llegarán a las cadenas españolas junto a la mayoría de esa media de 250 telefilmes que producen anualmente las cadenas norteamericanas y que en España, sólo con una incipiente producción propia en el género, siguen disfrutando de un fiel seguimiento.

El telefilme es una variada especie en la que cabe igual el docudrama que la biografía de una vida escandalosa, casi siempre con un personaje fuerte de mujer al frente. Como tal, y desde una perspectiva más próxima a la prosa cotidiana que a la épica de Hollywood, ha terciado en todos los conflictos sociales que se le han cruzado en el camino, desde el aborto (Roe contra Wade) a los malos tratos, el abuso y la discriminación sexual, la violación, la lucha por la custodia de los hijos, así como temas más generales como el amarillismo en televisión (Noticias a las once) al sida (Invierno en primavera) o las secuelas de Vietnam (Por fuego amigo).

Sus títulos, de los que dan cumplida cuenta las cadenas españolas, no sólo tienen intencionado reclamo folletinesco: Amarga pasión (Tele 5), La otra madre, Atracción culpable (ambos de Antena 3), sino que sus protagonistas casi siempre son mujeres que o peligran, como en Víctima del odio (Antena 3) o Aterrorizada (Tele 5), o simplemente son peligrosas, como en Amarga pasión (Tele 5).

También sigue vivo y coleando el telefilme basado en hechos reales, actuales o remotos, un género que tuvo sus espacios fijos y destacados en TVE. Pero el reality show y la carrera emprendida por la televisión carroñera parece que han dado al traste finalmente con los buenos tiempos del TV movie saquedador de sucesos. En su lugar encontramos heroínas que luchan contra la amnesia, como la de La desaparición de Nora (Tele 5), o por un hijo autista, como en La verdad oculta (Antena 3), ex reclusas que intentan rehacer su vida (El precio de nuestra libertad, Tele 5); perseguidas por un psicópata (Luchando por la justicia, Antena 3); víctimas de la injusticia (Chantaje mortal, Tele 5), mujeres acosadas (Intención criminal, Antena 3)... Luchadoras que se mezclan con intrigas sentimentales (Atracción imposible, Antena 3; Más allá de la obsesión, Tele 5) y biografías más o menos sensacionalistas y morbosas, como la en su día protestada La vida secreta de Rock Hudson (que recuperaba estos días Tele 5) o la de Roxane Pulitzer (Doble pasión, en Antena 3). O polémicas, como la estrenada por Canal + sobre la vida de Liz Taylor.

Es un subgénero con buena salud, que las televisiones privadas suelen reservar para horarios vistosos del fin de semana, sobremesas en competición con el culebrón, (Cautivos del pasado, 'Cine fiesta' de Tele 5), es el folletín visa oro de Danielle Steel. Hasta Nastassja Kinski queda irreconocible después de pasar por el maquillaje y atrezzo que reclaman estas sagas de amor, traición y lujo basadas en los best sellers de Steel, que llevan títulos como Secretos, Caleidoscopio, El anillo (que protagoniza Kinski) o Remembrance, con la última aparición de Ann-Margret.

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