Los rabinos están con 'Bibi'

Israel se ha convertido en un país dominado por las drogas, el alcohol, la promiscuidad sexual y el culto a las motocicletas y los automóviles de lujo, de creer la propaganda electoral de los cuatro partidos religiosos con posibilidades de obtener escaños en la próxima Kneset (Parlamento). Frente a esa "plaga de hedonismo", los partidos religiosos, que movilizan un 15% del electorado, proponen un vigoroso regreso a los valores tradicionales: separación de sexos, educación inesperada en la Torab, sano excursionismo, vida familiar, alimentación kosher y respeto estricto del sabath.Una de esas formaciones, Shas, fuerte entre la población de origen sefardí, protagoniza uno de los escándalos de la campaña. Al Shas se le ha ocurrido distribuir como propaganda electoral miles de amuletos bendecidos por uno de los más famosos cabalistas israelíes, el rabino Isaac Kaduri. Confeccionados en forma de medallas para los individuos y de pegatinas para los automóviles, los amuletos "garantizan" buena fortuna, en particular frente a "ataques terroristas". Pero el partido laico e izquierdista Meretz, que no cree en la inocencia de la iniciativa, ha denunciado ante el Comité Electoral Central que la entrega de amuletos viola la ley que prohíbe dar regalos a cambio de votos. El Comité le ha dado la razón.

El rabino Ovadía Yossef, líder espiritual de Shas, ha anunciado que no piensa solicitar el voto para ninguno de los dos candidatos a la jefatura del Gobierno: Simón Peres o Bibi Netanyahu. Sigue así la tradición de los partidos religiosos isaelíes, que, usando sus escaños en la Kneet, han hecho y deshecho alternativamente gobiernos laborisas o del Likud a cambio de concesiones a sus programas. Esta vez, sin embargo, la existencia de una votación directa para el puesto de primer ministro obliga a muchos rabinos a pronunciarse de antemano. La mayoría lo hace a favor del derechista Netanyahu, al que ven como un defensor más firme de los valores conservadores y el principal garante de que los lugares sagrados del Israel bíblico seguirán en manos judías.

Peres también tiene rabinos de su lado. Baba Baruch, hijo del venerado rabino marroquí Baba Safl, le ha otorgado su bendición. El problema es que la credibilidad de Baba Baruch está minada desde que pasó cinco años en prisión por corrupción.