El PSOE aragonés intenta abrir una nueva etapa en torno a Belloch
La dirección del PSOE pretende que el próximo sábado quede superada en Aragón la etapa del último secretario general, José Marco, y se inicie un nuevo periodo, con formas de hacer políticas distintas e incluso recuperando el liderazgo de la izquierda. Con esa orientación se celebrará un congreso extraordinario en el que se pretende dejar de lado los enfrentamientos entre los diferentes grupos que integran el socialismo aragonés.El ex ministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch, que acaba de obtener su carné de militante del PSOE, no podrá ser aupado a un cargo de dirección porque los estatutos prevén un periodo de militancia de dos años para optar a la dirección, pero desde el cargo de presidente de honor que le ha sido prometido, y no es discutido abiertamente por ninguna de las familias del PSOE aragonés, ha asegurado que encabezará la renovación de la organización.
Sus intenciones no se quedan sólo en Aragón, sino que alcanzan también a la vecina Comunidad Valenciana, donde su ex colega de Gabinete Joan Lerma sufrió recientemente una de sus más sonoras derrotas, expresión del conflicto que viven los socialistas valencianos.
En Aragón se ha buscado un secretario general puente, como es calificado desde dentro del partido: el turolense Isidoro Esteban, diputado regional encuadrado en el sector renovador, pese a sus momentos de duda en la crisis del pasado año. Aquel episodio acabó en la decisión de Cipriá Ciscar, secretario de organización socialista, de suspender de militancia a José Marco y forzar su salida de la presidencia de Gobierno regional. Marco ha sido condenado por prevaricación en los tribunales y tiene otro proceso abierto.
Reparto de poder
Belloch ha tutelado en los últimos meses el proceso de debate aunque no ha logrado todavía un compromiso formal de toda las familias sobre el reparto de poder y las candidaturas de consenso.Las presiones de los líderes tradicionales de estas familias, también de algún cargo institucional ahora desprovisto de poder, se multiplicaron la pasada semana aprovechando la presencia en Zaragoza de Cipriá Ciscar y el presidente del PSOE, Ramón Rubial. Todos tienen puesta la mirada en una señal que les lance Felipe González: unos para comprometerle en el resultado de la operación, otros para garantizarse con su unción el respaldo de las bases. Pero esta muestra parece poco probable que se produzca dado el periodo vacacional inaugurado por el ex presidente del Gobierno.
Guerrístas y renovadores, y dentro de éstos las familias tradicionales del PSOE en Aragón intentan mejorar su cuota de poder en la nueva dirección, por que hasta el momento sólo se baraja un baile de caras, pero no aparición de nuevas figuras, excepción de Belloch.
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