Toma fuerza en IU una nueva mayoría a favor de renovar la política de la federación
Los rumores silban como balazos en IU. Y hay una permanente pugna por el poder. Por ganarlo o por no perderlo, que no es lo mismo. La mayoría, aglutinada en torno al PCE, comienza a buscar otras referencias. No es que el PCE pierda fuerza; es que dentro del partido empiezan a aflorar las discrepancias sobre la política que debe seguir el partido en IU y la propia política de la federación de izquierdas, una vez que el PP se ha alzado con el poder.
"La tercera vía en Izquierda Unida la encabezaría Julio Anguita. Y hasta la oposición a Julio Anguita la encabezaría Julio Anguita". La frase es apócrifa, pero revela la situación en IU. También aquí, ni una hoja cae al suelo sin conocimiento y voluntad de Julio Anguita. Eso dicen. Y que él mira, espera y, cuando llegue el momento, actuará.Hace unos días las estructuras de Izquierda Unida sufrían una violenta sacudida. Rafael Ribó, presidente de Iniciativa per Catalunya, el socio catalán de IU, se mostraba a favor de abrir un diálogo en las fuerzas de izquierdas -IU y PSOE- para desalojar a las derechas del poder -PP, PNV y CiU-.
Aunque el mismo Ribó llegó a reconocer que sería como empezar la casa por el tejado plantearse las listas conjuntas, lo cierto es que tampoco descartaba esta posibilidad en las elecciones municipales de 1999.
La campanada de Ribó venía precedida del repique que escasos días antes había lanzado Ángel Pérez, coordinador de IU en Madrid y secretario general del PCE en esta provincia. Sus palabras levantaron las iras de sus compañeros de partido, que le incluyeron en la larga listas de los "cercanos al PSOE". Lo peor que se puede ser en IU. Y calificaciones reservados hasta entonces a los militantes del Partido Democrático de Nueva Izquierda (PDNI). "Hay que buscar un marco de relaciones con el PSOE basado en la independencia de cada organización", decía Ángel Pérez. "Abrir un debate en la izquierda que lleve a una oposición conjunta contra el PP".
Palabra más, palabra menos, era lo mismo que pedía Rafael Ribó. Y muy parecido a lo que el grupo parlamentario de IU-IC, encabezado por Rosa Aguilar, debatía por aquellos días como estrategia para la nueva legislatura: situar como antagonista al nuevo Gobierno del PP y no tener "en el punto de mira" al PSOE. Y más: buscar acuerdos de oposición con los socialistas.
Nueva etapa en la oposición
Rosa Aguilar reconocía: "No podemos plantearnos ya unas relaciones con el PSOE en la oposición como cuando estaba en el Gobierno". Hasta Julio Anguita lo había dicho. "Haremos oposición con el PSOE cuando coincidamos en las denuncias". De acuerdo. ¿Todos? No. Hay sectores que resisten ahora y siempre al invasor, como la aldea gala de Astérix. Son los sectores más duras del PCE.Porque ahora ya no es sólo el Partido Democrático de Nueva Izquierda el que aboga por una cambio de política de IU y un acercamiento hacia la colaboración con el PSOE. El 3-M, pese a todo, ha hecho cambiar más de un principio inamovible. Y los que hoy están contra cualquier diálogo con los socialistas empiezan a quedarse aislados.
Para algunos es una vieja batalla que, sí no está ganada, sí va cambiando de signo. Diego López Garrido, promotor del PDNI, apostó hace más de un año, en una conferencia pronunciada en el Club Siglo XXI de Madrid, por un cambio radical en la política de IU. Y en términos muy parecidos a los que Ribó defendió luego en el mismo foro.
López Garrido hablaba, el 23 de marzo de 1995, de la división de la izquierda, fundamentalmente entre el PSOE e IU. "Una división cada vez menos comprendida por el votante de izquierdas, y cada vez más acentuada entre las estructuras orgánicas", decía.
El líder del PDNI advertía del cambio que se estaba produciendo en el modelo de fuerzas políticas. "La derecha se ha unido y ha encontrado una alternativa". "Los nacionalistas han sabido aprovechar la debilidad del Gobierno para adquirir una presencia política desmesurada para su estricta magnitud electoral".
Si eso era verdad hace un año, hoy es el evangelio. "Yo creo", decía López Garrido, "que la hegemonía del polo progresista se tendrá que constituir en el futuro sobre el entendimiento entre IU y PSOE".
Pero no es fácil. Aunque todos lo reconozcan. Son demasiados años de incomprensiones distancias y recelos. ¿Y qué dice Julio Anguita? Los peor pensados dicen que detrás de esa renovación de Aguilar y Pérez está el coordinador general. "Desde luego," dice Pérez, "Julio Anguita comparte en un 90% lo que yo digo".
Para el PDNI "hay una descomposición de la actual mayoría. Y hay un intento de montar una mayoría nueva manteniendo el control de la organización".
Rosa Aguilar, que encabeza ese movimiento de la mayoría, se niega a dejar en manos del PDNI la renovación. "La mayoría", dice, "es capaz de empujar la organización, empujar' a una izquierda renovada, sin abandonar la transformación de la sociedad. Y no sólo lo pienso yo. Lo que ocurre es que muchos del PDNI tienen miedo a que les comamos terreno y algunos se quedan sólo en el abrazo entero al PSOE, sin proyecto político. La renovación no es de nadie. Es de quien sea capaz de sacarla adelante".
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