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Rojo condiciona la bajada de tipos a que "realmente" se adopten medidas presupuestarias

El gobernador del Banco de España, Luis Angel Rojo, echó ayer un jarro de agua fría sobre las expectativas de recuperación de las economías europeas. "No cabe excluir que la evolución de las economías europeas continúe trayéndonos malas noticias en los próximos meses" y que "la recuperación esperada para la segunda parte de este año y para 1997 no se registre". Para España, Rojo dijo que existe margen para bajar los tipos de interés "en lo que queda de año" pero siempre que "realmente" se adopten medidas presupuestarias y liberalizadoras. Medidas de "estabilidad" que deben ser "muy firmes" si se quiere formar parte de la unión monetaria en un primer momento.

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Durante la clausura de las jornadas de Mercado monetario organizadas por Intermoney en Granada, el gobernador del Banco de España eludió entrar a valorar las incipientes medidas de política económica anunciadas por el Gobierno. Sobre el recorte de 200.000 millones de pesetas en el gasto público, "no me pronuncio porque no sé lo que tiene dentro", dijo el gobernador. Y sobre el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones "cualquier cosa que diga sería impertinente".Únicamente admitió que hay margen para la bajada de tipos de interés en España, pero parece ser que no de forma inminente. "Espero que exista [ese margen] en lo que queda de año", dijo Rojo. La inflación no está ahora en un primer plano entre las preocupaciones del gobernador al respecto ya que, según dijo, "va a subir menos de lo que parecía hace algunos meses". Por el contrario, Luis Ángel Rojo subrayó que esperará a que "realmente" se adopten medidas presupuestarias y de liberalización antes de proseguir con la relajación monetaria.

El gobernador centró su intervención, en los problemas y tensiones que pueden aparecer en el camino hacia la unión monetaria en todos sus plazos. Advirtió en primer lugar que la superación del bache por el que atraviesan las economías europeas no está tan al alcance de la mano como prevén los distintos organismos internacionales.

Rojo no excluye "malas noticias" al respecto; es decir, que la "recuperación esperada para la segunda parte de este año y para 1997 no se registre y que todo ello lleve a una dificultad adicional generalizada para el cumplimiento de los criterios fiscales de convergencia y para la selección de un número suficiente de países en las fechas previstas".

Voluntad política

Frente a esta posibilidad, Rojo contrapone una "firme voluntad política" por parte de los principales países del proyecto de unión monetaria y de desarrollarlo "al ritmo convenido". En medio de la "incertidumbre" la probabilidad de "de que el proyecto se lleve adelante en los plazos acordados es aún dominante". Sería, por tanto, "una irresponsabilidad que un país como España apostase hoy por un retraso en el esquema temporal programado". Nada por tanto de albergar esperanzas, confesadas o no, de "parar el reloj". Y nada de relajar los criterios de convergencia porque ello "podría dañar seriamente la credibilidad de la unión monetaria".Un país que esté "firmemente" decidido a incorporarse a la unión monetaria europea, concluyó el gobernador del Banco de España, "ha de mostrarse también dispuesto a hacer los esfuerzos necesarios para tratar de estar entre los países selecionados en la primera jornada" y "ha de tener conciencia e que la incorporación a la unión supondrá la aceptación e políticas muy firmes de estabilidad".

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