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Decenas de miles de andaluces protestan contra el terrorismo al grito de "ETA no, vascos sí"

Unos 50.000 cordobeses se concentraron ayer tarde en la avenida Carlos III para protestar por el atentado que ETA perpetró el lunes en la capital cordobesa y que segó la vida del sargento Miguel Ángel Ayllón. La concentración se organizó en la avenida donde los terroristas actuaron, dejando dos coches bomba con 100 kilos de amosal cada uno de ellos, que podían haber originado una masacre de haber explosionado cuando tenían previsto los terroristas. La protesta se extendió a todas las capitales andaluzas, donde también se celebraron concentraciones al grito de "ETA no, vascos sí".

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Mayor y Serra estuvieron andando entre los coches bomba de Córdoba

Los cordobeses se echaron a la calle masivamente para expresar su rabia y dolor. Nunca tantos vecinos de la capital habían participado en una manifestación. Convocados por las centrales sindicales y acompañados por el presidente del parlamento de Andalucía, Javier Torres Vela, y por representantes de todos los partidos y asociaciones ciudadanas, miles de cordobeses levantaron sus manos con los 50.000 claveles blancos distribuidos por los organizadores para gritar "Basta ya" y animar a 1 os dos jóvenes vascos que habían acudido en representación del colectivo Gesto por la Paz. La avenida y las calles adyacentes se colapsaron. En los balcones de los pisos del número 11 de la avenida Carlos III, frente al que los terroristas dejaron situados los coches bomba, se colocaron carteles en contra de ETA y lazos azules.Los manifestantes depositaron los 50.000 claveles, después de guardar cinco minutos de silencio en el lugar donde cayó abatido el sargento Miguel Ayllón. Con anterioridad, María José Espino Lara, hija del matrimonio que resultó herido en la explosión, leyó un comunicado. "Todos", dijo María José, "desde la serenidad, desde la tranquilidad que da el derecho de la razón, tenemos que unir nuestras fuerzas para defender la convivencia pacífica". Añadió que "sin fisuras ni diferencias ideológicas, en una sola conciencia y en una sola voz, podremos poner fin al crimen y la barbarie".

Sevilla vivió el único incidente de la jornada de protesta pacífica, informa Luis Barbero. Apenas una decena de ultraderechistas, megafono enmano, reventaron los cinco minutos de silencio de varios cientos de ciudadanos con sus gritos a favor de la pena de muerte.

La tranquilidad y los gritos de "basta ya" fueron la tónica en el resto de las concentraciones. En Algeciras (Cádiz), un millar de personas se concentraron en la Plaza Alta. El próximo Defensor del Pueblo Andaluz, el sacerdote José Chamizo, señaló que Córdoba ha visto "morir en sus calles a un obrero de la paz".

En Almería fueron unos 300 los congregados ante las sedes de CC OO y de UGT, mientras que unos quinientos gaditanos, se congregaron en la Plaza de España. En la capital malagueña, donde reside la familia del sargento asesinado, cerca de 2.000 personas mostraron su rechazo a ETA tras una pancarta que rezaba "Vivir y trabajar en paz". En Granada fueron 1.500 los reunidos, un millar en Huelva y 500 en Jaén.

En la plaza Mayor de Burgos, unas diez mil personas, entre ellas cerca de dos mil funcionarios de todas las prisiones españolas, se concentraron ayer en silencio durante 15 minutos para pedir la liberación de José Antonio Ortega Lara, secuestrado por ETA desde el pasado 17 de enero.

Asistieron al acto el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan José Lucas, y la consejera de Cultura y portavoz del Gobierno Vasco, María del Carmen Garmendia, quienes coincidieron en la necesidad de no ceder al "chantaje" de lo! terroristas.

Al finalizar la concentración un portavoz de los funcionarios de prisiones leyó un comunicado en el que afirmó que "la extorsión, el secuestro y el crimen" no son admisibles en una sociedad de pleno derecho y advirtió a ETA que no conseguirá "sus objetivos mezquinos".

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