Sospechas de que el niño que murió en un pozo de Moguer fue tirado por otros menores

La Guardia Civil sospecha que el niño de tres años Ismael Gómez Domínguez, que desapareció el martes en Moguer (Huelva) y cuyo cadáver fue encontrado anoche, fue empujado a un pozo por otros niños de entre 10 y 11 años. La pista de Ismael se perdió cuando salió a comprar caramelos. Su cuerpo fue encontrado en un pozo, de tres metros de profundidad y sin agua, dentro de un habitáculo abandonado a 150 metros de su casa, en la barriada Doce de Octubre.Según fuentes de la investigación, la muerte no fue accidental, ya que el pozo estaba cubierto con una rejilla, razón por la cual no había sido rastreado previamente por las decenas de agentes y vecinos que desde la tarde del martes se habían volcado en la búsqueda. La posición del cuerpo indicaba también que pudo ser empujado.

El pequeño desapareció después de salir solo a la calle para comprar caramelos en un quiosco a 20 metros de su casa. Su padre le había dado 25 pesetas para chucherías. Pero Ismael no regresó. La madre, alarmada, avisó a unos familiares y comenzaron su búsqueda. Eran las tres de la tarde. A las siete, desesperanzados, pusieron una denuncia.

Un grupo de vecinos halló el cadáver alas 20.45 de ayer. Hoy se realizará la autopsia para comprobar si el cuerpo presenta señales de violencia. Si el menor hubiese sufrido alguna . agresión, se abriría una nueva línea de investigación, según la gobernadora civil de Huelva, Rosamar Prieto Castro.

Detrás de unos niños

El juez de guardia de Moguer examinó el cadáver a última hora de la noche. Todo el día se especuló con un posible secuestro. La gobernadora manifestó a este periódico que la policía Cree que Ismael "se fue detrás (le un grupo de niños que jugaban por allí y se perdió". "Este final nos ha conmocionado a todos. Yo siento un pellizco en el estómago", añadió.El pequeño nunca llegó a comprar los caramelos que iba a buscar en el quiosco próximo a su casa. "Eso es muy raro, porque llevaba dinero encima para comprar. La familia, además, sostiene que el crío jamás se había alejado por voluntad propia de su casa", explicó el alcalde, Manuel Burgos (PP), lloras antes de conocerse la muerte.

El primer edil había pedido un helicóptero a la Delegación Provincial de Gobernación "para disponer de mejores medios técnicos, porque cerca de la barriada Doce de Octubre hay unas altas plantaciones de cebada", que dificultaban la búsqueda. Un equipo de buzos de los bomberos de Huelva rastreó las aguas del río Tinto, que dista unos dos kilómetros de la casa del menor.

Fuentes de la Policía Local de Moguer señalaron que las labores de búsqueda fueron "especialmente penosas debido al metro y medio de matorral que existe en la zona, un área de huerta en los alrededores del pueblo, y por los numerosos pozos que hay en cada propiedad".